El peor año de la historia
N El equipo va camino de consumar su quinto descenso a Segunda, el primero que firmaría como colista
nA cuatro jornadas del final de LaLiga y a un paso de certificar el descenso, el Espanyol 2019-20 tiene todos los números de firmar los peores registros de su centenaria historia. Va camino de irse a Segunda como colista, lo nunca visto hasta ahora. Sus anteriores cuatro descensos no llegaron nunca siendo farolillo rojo de Primera: 13º en una Liga de 16 en la 61-62, 15º con 16 equipos en la 68-69, y ya con 20 equipos, 17º en la 88-89 y 18º en la 92-93. Como colista, nunca hasta hoy.
El dato resume a la perfección lo que ha sido el año perico: sólo dos victorias en 17 partidos jugados en casa, el segundo equipo menos goleador, el tercero más goleado, cuatro entrenadores en una sola temporada y una sola jornada fuera de los puestos de descenso, habiendo sido colista en 19 de las 34 jornadas disputadas hasta el momento. Y la única vez que el Espanyol estuvo fuera del descenso fue en la cuarta jornada, tras ganar en Eibar (1-2) el 15 de septiembre.
Estos datos evidencian que 27 años después el equipo regresará a Segunda División por deméritos propios. Y hacen difícil de entender que Rufete, entrenador, máximo responsable del fútbol perico y del diseño de la actual plantilla, asegurara el domingo que “posiblemente” se habían hecho cosas mal esta temporada. Un término, ‘posiblemente’, que a muchos les encendió los ánimos.
Una temporada en la que han pasado hasta cuatro entrenadores por el banquillo perico y con la duda de si, desde los despachos, realmente se creyó en su momento en todos ellos. Una campaña en la que no se dio con la tecla a la hora
de buscar recambios para Mario Hermoso y Borja Iglesias, básicos en la gran temporada anterior.
El equipo se hunde mientras el club da la callada por respuesta a
la réplica de Javier Tebas, presidente de LaLiga, a sus quejas por el horario del Espanyol-Eibar (el domingo 12 a las 14 horas): “Algunos buscan excusas para justificar su fracaso deportivo y en Cornellà debe de haber un microclima”, dijo el dirigente de la patronal.
La plantilla pierde la categoría después de que ocho de sus integrantes pasaran el coronavirus y su rendimiento se viera seriamente afectado en la vuelta a los entrenamientos (tal como admitió el ‘Pitu’ Abelardo). Pese a lo cual, tampoco consta que desde la entidad se elevara una comunicación a LaLiga poniéndola al corriente de la situación, que dejaba en manifiesta inferioridad al conjunto perico cuando se iba a jugar la vida en las once jornadas que restaban.
Mañana, este Espanyol errático será, salvo milagro, equipo de Segunda División. El camino de retorno pasa por borrar los ‘posiblemente’ a la hora de admitir los errores, muchos, cometidos
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