La Liga Mapfre, en Barcelona con mucha cautela
El tenis español inicia su nueva normalidad con el primer torneo de la Liga Mapfre, del 10 al 12 de julio en el CMT de la Vall d'Hebron de Barcelona, en medio de importantes medidas de seguridad e higiene para evitar la propagación de la COVID-19. Este tramo inicial debía disputarse en el CT Lleida, pero el rebrote de coronavirus en la comarca del Segrià obligó a trasladar su sede a Barcelona, donde ayer fue presentado el torneo con la asistencia de Miguel Díaz (RFET), Jordi Tamayo (FCT), Pere Vila (Generalitat de Catalunya), Gerard Esteva (UFEC) y David Escudé (Ayuntamiento de Barcelona).
“Para nosotros es muy importante, en la situación actual, que los asistentes y participantes en el torneo disfruten de las máximas condiciones de seguridad”, subrayó Tamayo. Las entradas solo se podrán adquirir por internet (fctennis.koobin.cat), con un precio de entre 10 y 50 euros para el abono de tres días. En la entrada de las instalaciones se tomará la temperatura a todos los asistentes y será obligatorio el uso de mascarilla. En las gradas, habrá un asiento de separación entre un espectador y otro en un aforo limitado de un tercio, de manera que la pista central, con capacidad para 3.000 personas, tendrá un máximo de 1.000 aficionados.
Los recogepelotas se desinfectarán las manos con gel hidroalcohólico con frecuencia para evitar contagios. Los jugadores se someterán a pruebas PCR que deberán dar negativo para poder participar en el torneo, que contará con la participación de Roberto Bautista, Pablo Carreño, Albert Ramos, Pablo Andújar, Roberto Carballés, Alejandro Davidovich, Jaume Munar y Pedro Martínez. Los ocho tenistas se distribuirán en dos equipos de cuatro jugadores que disputarán tanto partidos individuales como de dobles, en un formato similar a la Copa Davis.
“Queremos que el tenis sea un ejemplo para todos los deportes de cómo organizar una gran competición”, afirmó Miguel Díaz
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