La hora de los profesionales
omo en las ya históricas derrotas, con Valverde en el banquillo, de Roma (3-0) y Liverpool (4-0), a las que podríamos añadir las de Turín (3-0) y PSG (4-0) con Luis Enrique, lo ocurrido ante Osasuna (cuando hubo otro ridículo mayúsculo el día decisivo de la Liga) la culpa fue de los jugadores. Ellos son, y solo ellos, los que ganan y pierden partidos. Por ejemplo, ante Osasuna hubo más de 800 pases, el 80% de posesión y solo dos disparos a gol en casi 100 minutos. ¿A qué jugaron? Con un 20% de posesión, Osasuna envió 5 disparos de gol, dos de ellos con acierto. ¿Culpa de Setién? Chistes malos, no, por favor.
Tras el 1-2, Messi quiso desviar las culpas al técnico, a la directiva y al Sursum corda, cuando ellos, y solo ellos, fueron los que perdieron de forma inexcusable, de la misma manera que ellos y solo ellos han ganado Ligas, Champions, Copas y todo lo que cuelga. Suerte tuvieron que el Revar Madrid ganó al Villarreal, porque de haber perdido, la situación hubiera sido la propia de un “todos a la calle” o, más llanamente, de patada en el culo. Bueno es que se haya reconducido la situación entre Messi y Setién, porque ante el Nápoles nadie puede gandulear. Ese encuentro (y los que, caso de victoria, siguen) señalará a los que no hayan puesto lo que hay que poner y no demuestren que el esfuerzo que aportan se corresponde con lo que cobran, que no es poco. Ha llegado el momento de la exigencia máxima. No les pedimos que amen el club y sientan sus colores, sino que nos basta con que se comporten como profesionales serios y responsables. Y quien no rinda al máximo, ya puede hacer las maletas H