Correr ya no es de cobardes
i nada lo impide, hoy está previsto que Koeman y Messi vuelvan a verse las caras tras reunirse al día siguiente de la presentación de Ronald. De aquella primera cita han transcendido muy pocas cosas, más allá del “me veo más fuera que dentro”, que le transmitió Leo a su nuevo entrenador y que fue convenientemente filtrado por el “clan del mate”. Lo cierto es que fue un encuentro cordial y respetuoso, en el que el mejor jugador de la historia del club y el autor del gol más importante pudieron mirarse a los ojos en igualdad de condiciones. De ídolo a ídolo, hablando el mismo idioma y con respeto mutuo. Tras dar marcha atrás a su marcha del Barça, Leo se incorpora a los entrenamientos dirigidos por Koeman. De la buena sintonía entre ambos dependerá en gran parte los éxitos de la temporada. Desde el primer día el héroe de Wembley dejó bien claro el orgullo que significaba dirigir al mejor del mundo, pero al mismo tiempo señaló que quería a jugadores implicados. Si el “astro argentino” ha decidido quedarse es para liderar en el césped un proyecto que exige de la entrega de todos, en el que el bien colectivo este por encima de privilegios individuales que se ha visto que no conducían a nada positivo. En el Barça de Koeman correr ya no será de cobardes, porque si no es así los rivales te pasan por encima, como contra el Bayern, Liverpool o la Roma. En un equipo con Messi, De Jong, Griezmann, Dembélé, Coutinho, Ansu, más lo que sea, hay talento más que suficiente. Pero de poco servirá si no se suda la camiseta
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