La Roja llegó y se marchó en silencio de Madrid
→ Fue un vuelo de regreso en familia porque sólo viajaron 14 jugadores. El resto, 12, se quedaron con sus allegados en Qatar
→ La selección española aterrizó ayer en Madrid, sobre las 16:37, tras un vuelo de unas seis horas. Fue un vuelo en familia porque sólo viajaron 14 jugadores. El resto, 12, se quedaron con sus familiares en Qatar para comenzar unas vacaciones. Algo que, por otro lado, ya estaba pactado. La Roja llegó en silencio a Madrid, en la Terminal 4 del aeropuerto había mucha gente, pero más para esperar a sus familiares y amigos que para esperar a la selección. De hecho, sólo un niño con la bandera española y su padre aguardaron a los internacionales.
El niño se quedó con las ganas porque la expedición salió por la terminal ejecutiva del aeropuerto de Barajas. Un espacio privado donde les estaba esperando una flota de coches para recogerlos y trasladarlos a sus respectivos destinos.
Los 14 jugadores (Pablo Sarabia, Alejandro Balde, Aymeric Laporte, Gavi, Sergio Busquets, Pau Torres, Ferran Torres, Dani Olmo, Unai Simón, Yeremi Pino, Pedri, Ansu Fati,
Nico Williams y David Raya) junto con la plana mayor de la Federación y el cuerpo técnico se despidieron unos de otros con abrazos y gestos muy serios.
Y tras ese adiós se fueron cada uno por su lado, sin que nadie o muy pocos supieran en Barajas que la selección española ya estaba en Madrid. Los únicos que lo supieron eran los que estaban en un rincón de la zona más alta de la Terminal 4. Y lo supieron porque allí se congregaron un buen número de periodistas esperando tomar imágenes desde la distancia de los internacionales.
La selección española había abandonado a primera hora de la mañana su concentración en la Universidad de Qatar. Los 26 internacionales, que apenas pudieron dormir tras el KO ante Marruecos, recogieron sus pertenencias, y abandonaron el ‘cuartel general’ en Doha, en el que han permanecido veinte días concentrados y en el autobús de la selección se dirigieron al aeropuerto de Doha para regresar a Madrid, todavía en ‘shock’ por su tempranero adiós mundialista ●