El vestuario aplaude la decisión menos drástica
→ Los internacionales estaban con Luis Enrique pero valoran al nuevo seleccionador
→ La reacción dentro del vestuario al adiós de Luis Enrique es prácticamente unánime. Querían que continuara. Todos estaban con el técnico asturiano, un entrenador cercano y que va de cara. Y honesto, de los que hablaba más con sus actos que con sus palabras. Entendían que la decisión sobre su continuidad debía ser suya, del propio Lucho, porque creían que se lo había ganado. Sí sorprendió a algunos el comunicado de la Federación. “Se lo han cargado”. Otros asumen que la presión era muy grande y después de la eliminación, insoportable para la RFEF, y daban por acabada la segunda etapa del gijonés.
Aunque ante este escenario, el ascenso de Luis de la Fuente es considerado dentro del vestuario la solución menos drástica para continuar el proyecto. Lo consideran una buena noticia para mantener a un grupo tan consistente y poder madurarlo, porque De la Fuente ha entrenado a más de la mitad y conoce perfectamente tanto a la mayoría de ellos y como los jóvenes que suben.
Solo elogios para Lucho
Luis Enrique se ganó a los futbolistas desde el principio y todo son buenas palabras para el ya ex seleccionador. A los jóvenes, por la confianza que les dio y su defensa a ultranza especialmente en momentos complicados. Y a los veteranos, por sus decisiones y su manera de llevar al grupo. Como cuando convocó a Gavi. Muchos de los internacionales, excepto los del Barcelona, no entendieron que seleccionara a un chaval de 16 años para la Final Four de la Nations League ante Italia y Francia. Pero su rendimiento les demostró que no era un capricho de seleccionador. “Demostró que se había empapado de lo que era capaz el chaval y nos volvió a ganar a todos una vez más”.
El KO, parte del proceso
La plantilla cree que la eliminación del Mundial no fue culpa de Lucho. Consideran que la gente no es consciente de lo que cuesta ganar en el fútbol actual a equipos que se cierran atrás, más aún si te faltan jugadores determinantes. No los había en el grupo, pero tampoco fuera. Confiaban en la fuerza y la unión de un vestuario que era una familia gracias al mérito de su cuerpo técnico. Faltó liderazgo dentro del campo y eso es parte del vestuario.. Es fruto de la madurez de un grupo que está en un proceso que puede continuar a la perfección Luis de la Fuente ●