ELECCIONS MUNICIPALS A BARCELONA / 2023
Ernest Maragall / Esquerra Republicana / Una Barcelona per a tothom
pero estamos en condiciones de que esta salud deportiva vuelva a ser óptima.
¿Hay suficientes instalaciones deportivas en la ciudad?
No, si pensamos en la demanda que hay y la evidencia de tantos clubs que tienen listas de espera y problemas graves para gestionar horarios, grupos y competiciones. No es fácil, porque Barcelona es una ciudad muy compacta pero hay que tener imaginación y un grado de complicidad con los vecinos.
¿Qué deportes ve más en peligro?
Mire, cuando voy al campo de rugby de la Teixonera me pongo nervioso. Se ha hecho un esfuerzo y ha recuperado unas mínimas condiciones de dignidad, pero no estamos haciendo lo que hay que hacer para el rugby sea un gran deporte en Catalunya. Es un deporte de nobleza, de intensidad física, caracterizado por el juego limpio y una actitud colectiva que tiene mucho que ver con los valores del deporte como definición ciudadana. Barcelona vuelve a apostar por ser la capital internacional del deporte.
¿Usted apuesta por ello?
Totalmente. Ahora se habla mucho de La Vuelta, pero
¿y el Velòdrom de Horta?
Hay ciudades de Catalunya que apuestan fuerte por este tema y es perfecto, una ciudad como Barcelona no tiene sentido que no tenga un gran velódromo.
¿Qué evento le gustaría incorporar a la agenda deportiva de la ciudad?
De entrada, el Mundial de Atletismo. El atletismo es la madre de casi todos los deportes, de forma que una afirmación de Barcelona en este campo tendría todo el sentido. Lo tuvimos en nuestras manos, pero los socialistas se negaron y lo rechazaron, han dicho no a Barcelona. Nosotros diremos sí y los haremos de forna inmediata. Podemos tener todas las ambiciones y en un momento u otro podemos llegar a pensar de nuevo en los Juegos Olímpicos, pero lo que no quiero es frivolizar. Hay que trabajar y ver qué suma de voluntades hay, de compromisos y de capacidades para poner al servicio de esta idea. En 2026 finaliza el contrato del Circuit de Barcelona-Catalunya con la F1,
¿lo renovaría?
Es un buen debate. Hay que hacer un buen análisis de los costes y beneficios, cuál es la aportación, el retorno y el legado que deja, como le pediríamos a la Copa América. Tiene que haber un legado de infraestructuras, económico, industrial, tecnológico y de aprendizaje, si no tienes menos sentido. En el Circuit nos fijamos mucho en Fórmula 1 y MotoGP, y menos en competiciones como el Mundial de Superbike, que son más próximas y genuinas en muchos sentidos, y además hay una industria catalana que lidera una parte de la organización y de la competición, tiene lo necesario para tener apoyo público.
¿Qué sintió al ver que la candidatura olímpica de invierno de los Pirineos se deshacía?
Es la enésima confirmación de una determinada actitud de según quién en este Estado que tenemos, que no entiende o no acepta que Catalunya pueda tener un papel relevante por sí misma y que prefiere romper antes que compartir y esto es un indicador de cómo se toman las decisiones en este Estado; al margen del debate más legítimo, de en qué condiciones, qué significa el cambio climático, qué visión de los Pirineos debe priorizarse. Había una perspectiva de transformación territorial potente y no sólo deportiva, pero nos bloquearon antes de tiempo.
¿Hay que potenciar más el deporte femenino?
Absolutamente, y está demostrado que cada recurso que se invierte tiene un retorno enorme, aunque sigue habiendo unos niveles de práctica muy por debajo de lo que sería deseable. La capacidad de cambio positivo es inmensa y justifica que se destinen recursos y promoción.
¿Le queda tiempo para practicar deporte?
Practico el tenis de mesa cuando puedo. Y, si estuviera en sus manos,
¿le gustaría que Messi volviera al Barça?
Si tiene ganas, que vuelva. A mí esta dimensión del fútbol profesional con las cifras que se mueven no creo que sean la mejor referencia para la conversación que teníamos o para formar parte de un debate sobre estrategia deportiva de país, pero también es un elemento simbólico e identitario ●