Oriol Camacho reconoce las irregularidades
→ El Secretario General fue llamado a declarar
→ Este martes fue llamado a declarar como testigo el aún secretario de la Federació Catalana de Futbol (FCF), Oriol Camacho (foto), por una querella presentada por el presidente de la FCF, Joan Soteras, contra el excandidato a la presidencia, Juanjo Isern, por unos artículos publicados en este periódico en el que Isern declaraba que las elecciones del pasado 13 de febrero fueron fraudulentas y que hubo una presunta falsificación de actas notariales.
Fue la propia acusación la que llamó a declarar a un Oriol Camacho que está de baja desde el pasado 5 de marzo y que está protegido actualmente por la oficina antifraude.
Según fuentes del proceso, Camacho habría sido tajante en su declaración. El secretario reconoció que hubo actas irregulares que emitió el presidente Soteras en la notaría Simón Navarro de Sabadell y que en algunas de ellas las firmas estaban presuntamente falsificadas. También especificó que en estas actas había información que no procedía de los clubs sino que era propia de la FCF.
Maniobra orquestada
En su declaración, Camacho dejó entrever que todo fue una trama bien ensamblada para lograr la victoria electoral pues, al parecer, según declaró el secretario general, el 12 de febrero de 2023, un día antes de las votaciones, el Director General de la FCF, José Miguel Calle, reunió a un miembro de cada mesa electoral y dejó claro que solo debían aceptar las actas notariales que procediesen de la candidatura de Joan Soteras. Si llegaban de otras candidaturas, se debían escanear y enviar a una cuenta de incidencias y él mismo resolvería si era válida o no.
Esta recomendación se hizo a unos miembros de mesa que, por primera vez en unas elecciones de la FCF, no eran los juristas de los comités de competición sino trabajadores federativos ●