Mundo Deportivo (Barcelona)

Un Superclási­co con todos los ingredient­es

- Árbitro: Yael Falcón Pérez Joaquín Laborde

El fútbol argentino está listo para disfrutar su partido más grande. De nuevo, River y Boca. Siempre explotado de pasión, pero ahora por primera vez en los últimos seis años con público de ambos equipos. Se intuye un domingo descomunal.

Es posible porque esta Copa de la Liga ingresa en sus playoffs, que se definen a partido único y en terreno neutral. Córdoba, la sede designada, será una fiesta. En el Mario Kempes, serán más de 50.000 hinchas latiendo mitad por River y mitad por Boca. Color total. Y máxima seguridad con 2.000 policías atentos.

Se trata de los cuartos de final. Ahí estará el River de este Martín Demichelis mirado de reojo. Ahí estará el nuevo Boca de Diego Martínez, quien afrontará su primer Superclási­co. Dos equipos con saludables intencione­s.

River tuvo en duda a dos hombres decisivos, Paulo Díaz en la defensa y su goleador Miguel Borja en el ataque. Al final, están a disposició­n de Demichelis, aunque llegan con lo justo.

En Boca lamentan la baja de Cristian Medina (suspendido). Será reemplazad­o por Jabes Saralegui. Arriba, habrá dupla de Edinson Cavani (llega en gran nivel) y Miguel Merentiel. Vuelve a la titularida­d el muy buen lateral izquierdo Lautaro Blanco.

Uno y otro estuvieron a punto de quedarse fuera de los playoffs. River clasificó tras remontar una derrota que lo eliminaba ante Instituto. Y a

Boca el travesaño sobre el final lo salvó de un empate ante Godoy Cruz que lo condenaba.

En estos partidos tan emocionale­s, a veces los nervios devoran al buen juego. De todos modos, se imagina una propuesta ambiciosa de River y de Boca. Por sus entrenador­es. Y por algunos futbolista­s llenos de frescura. Ahí estarán el Diablito Claudio Echeverri de un lado y Kevin Zenón de otro, símbolos del juego que merece un partido tan grande ●

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