Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)
La Villa Olímpica, más bunker que nunca
La Villa Olímpica, que el pasado fin de semana abrió sus puertas a los cerca de 10.500 deportistas de 206 países que participarán en los Juegos de Río, es uno de los puntos en los que la seguridad es más evidente para evitar una fatídica acción terrorista como la que tuvo lugar en los Juegos de Munich de 1972, en la que fallecieron 11 personas y 16 resultaron heridas. Todo el perímetro de la Villa Olímpica, dividida en siete condominios con un total de 3.604 apartamentos, está delimitado por una valla doble y, como si se tratara de un aeropuerto, hay controles a cargo de la Fuerza Nacional de Seguridad, una policía especializada que depende del Ministerio de Justicia. Además, cada delegación ha podido llevar a sus propios guardias de seguridad a la Villa, que fue diseñada de manera que las áreas compartidas al aire libre emulan las calzadas de las famosas playas de Copacabana e Ipanema.
Mientras la mayoría de edificios lucen las banderas de los países de los deportistas que tiene alojados, entre ellas la propia Francia, algunas delegaciones como la de Estados Unidos ha preferido mantener el anonimato precisamente por motivos de seguridad