Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)
EL QUE PERDONA, LO PAGA
Los leones se complican la vida frente al conjunto chipriota tras desaprovechar un sinfín de ocasiones para haber machacado El equipo bilbaíno se ve obligado otra vez a remontar un tanto en contra y con tres a su favor recibe el segundo en el 88
No se puede perdonar tanto. Menos aún un torneo de doble partido. Ya pueden ir preparándose los leones porque visto lo visto ayer en San Mamés, tanto a nivel de césped como de grada, les va a tocar sufrir en Chipre.
El facto casa les sirvió ayer para remontar, una vez más y ya van unas cuantas esta temporada. Los visitantes, que acumulaban una quincena de choques consecutivos sin perder antes de este duelo de la Europa League, tuvieron la virtud de marcar primero y último.
A los amarillos les bastó con cuatro llegadas ante el marco de Iraizoz para hacer dos goles. El bagaje de ocasiones del Athletic se situó por encima de la decena, pero la efectividad se redujo a tres dianas nada más. Para un partido de Liga puede que sea suficiente, para una eliminatoria continental no se antoja tanta renta con dos en contra. Los leones cometieron el error, el grave error, de no saber matar el partido y probablemente el cruce.
Los bilbaínos jugaron por rachas. Su ímpetu y su mayor empaque les bastó y sobró para acercarse hasta los aledaños de la portería bien defendida por Waterman con tanta frecuencia. Luego, eso sí, no les resultó tan fácil meter el balón entre los tres palos.
Hubo fases, sobre todo con 3-1 a favor, en que les pudo la precipitación. En otras, en cambio, se echó en falta cierto poso para saber mantener y combinar el balón. Cuando todo apuntaba a que los chipriotas habían tirado la toalla llegó ese último tanto de Gianniotas. Toca sufrir.
Iturraspe, en el once titular
Valverde afrontó este envite continental con un único cambio respecto al once titular que presentó el sábado frente al Deportivo. Iturraspe entró en el doble pivote junto a Beñat en detrimento de San José. Williams y Muniain volvieron a empezar pegados a banda con Raúl García cerca de Aduriz.
Christiansen, por su parte, apostó por un 4-4-2 con un acentuado repliegue intensivo. Ninguno de los jugadores españoles que militan en su equipo tuvieron sitio en la alineación inicial. Tanto el APOEL como su ruidosa y problemática afición vinieron a disputar el partido a cara de perro.
La propuesta rojiblanca resultó convincente, pero pecó de un grave y serio problema. Problema que para colmo de males bilbaínos se fue acentuando con el discurrir de los minutos. Las claras ocasiones ante el marco rival hay que meterlas y los leones perdonaron más de la cuenta de cara a gol.
De Marcos, Williams, Raúl García y Muniain sobre todo la tuvieron en sus botas para abrir el marcador. Fueron los chipriotas, sin embargo, lo que dieron en la diana en su primer tiro entre los tres palos. Efrem ganó la posición a De Marcos y cruzó con efecto y precisión ante Iraizoz a diez minutos del descanso. La reacción rojiblanca no se hizo esperar, puesto que en la siguiente llegada local Balenziaga,