Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)
Emoción sin sorpresa
Irribarria-Rezusta ganan (22-18) a Olaizola-Untoria y jugarán la final contra Bengoetxea-Larunbe
Iker Irribarria y Beñat Rezusta pugnarán el 9 de abril con Oinatz Bengoetxea y Mikel Larunbe por calarse las txapelas del Campeonato de Parejas. Los primeros vencieron ayer en el frontón Bizkaia (22-18) a Aimar Olaizola y Álvaro Untoria, quienes necesitaban la victoria para meterse en la final y no la lograron. Parecían en disposición de ello cuando, tras ir por detrás durante todo el partido, remontaban hasta situarse con un 17-18 a favor. Pero el de Goizueta y el riojano no pudieron rematar la faena al encajar de forma consecutiva los cinco tantos siguientes.
Remarcando el dominio aplastante ejercido a lo largo del Campeonato -15 victorias en 17 partidos disputados hasta ahoraIrribarria y Rezusta salieron en tromba y no tardaban en alcanzar el cartón 10 que les aseguraba la presencia en la final. Lo hicieron con el 10-3, uno de los pocos tantos que el campeón manomanista materializó detrás. Y es que ayer, Irribarria mostró lo más delicado de su repertorio rematador, luciéndose con ganchos, dejadas, paraditas al txoko... Llegados a la meta, él y Rezusta, mandón en su parcela trasera, no levantaron el pie del acelerador y siguieron haciendo trizas las esperanzas menguantes de sus contrincantes.
Reacción azul
Con el 16-7 parecía estar todo el pescado vendido. Entonces, una alcanzada de un hasta entonces eclipsado Aimar, convertida en una pelota envenenada en pared izquierda, marcó el cambio de tendencia. Fue el primer tanto de un parcial de 1-11 con el que los azules daban la vuelta a la tortilla. Pusieron en juego material más bajo y Olaizola II empezó a coger pelota y a exhibir su maestría. Por su parte, los colorados, hasta entonces intratables, se mostraban incómodos y acumulaban errores. Así, el hueco en el luminoso se reducía con celeridad y la temperatura del Bizkaia subía hasta la explosión de júbilo con que se celebró el 17-18 favorable azules.
Incendio sofocado
Con ese tanteo, Bengoetxea VI y Untoria, sufridores desde la barrera, veían amenazada su presencia en la final de dentro de dos semanas en Bilbao. Pero un bonito gancho se le fue a Aimar a la raya de contracancha y permitió a los colorados acercarse al cestaño para cambiar de munición, elegir una pelota con más salida de frontis y, ayudados por algunos errores de sus rivales, finiquitar la contienda. Un mal resto de Untoria, otro gancho fuera de Aimar, un pelotazo a los cuadros largos de Irribarria y otro regalo de Olaizola al intentar devolver de aire el saque del delantero de Arama llevaron a un 22-18 que hacía respirar aliviados a Oinatz y Mikel y cortaba las alas a sus rivales de hoy en el Bizkaia