Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)
Una final histórica en Tenerife
El Iberostar superó ayer en semis al Reyer Venecia y luchará mañana por el título
Txus Vidorreta Llegar hasta aquí era un sueño a principios de la temporada. El equipo tiene un deseo enorme por ganar este título”
La final está al 50 por ciento. Si no jugáramos en casa ellos serían los favoritos”
El Iberostar Tenerife se impuso ayer en la segunda semifinal de la Champions League FIBA al superar al Umana Reyer Venezia por 67-58 y ahora el equipo de Txus Vidorreta se verá las caras mañana contra el Banvit turco en la gran final. El equipo tinerfeño jugó como lo viene haciendo, trabajando muy bien en defensa y aprovechando en ataque la más mínima oportunidad para intentar anotar. Mención especial para el ala-pívot Tim Abromaitis, quien fue un jugador determinante en lo que sería el inicio del despegue en el marcador, y luego le acompañó Aaron Doornekamp, muy acertado también.
Tras un primer cuarto dominado por los italianos (13-18), a partir del segundo el Iberostar Tenerife empezó a hacerse con el juego. Un triple de Abromaitis puso el 21-21 (min.12) y el mismo jugador dio a su equipo la primera ventaja en el marcador un minuto más tarde (23-21). El Venezia, que empezó bien el choque, se atascó en ataque, sobre todo porque Ejim no lograba entrar en juego y Ortner era muy bien sujetado por los aurinegros. Su técnico, Walter de Raffaelle, intentó cortar esta buena racha local a base de cambios defensivos, primero con individual, luego con una zona impar, pero poco éxito le dio. Ahí apareció Doornekamp para cambiar la dinámica, no en vano dos triples suyos casi consecutivos supusieron las primeras ventajas importantes (36-32) y un minuto más tarde el cuadro lagunero Tenerife alcanzaría la máxima hasta el momento (40-34). El inicio del tercer cuarto era clave, pero el equipo de Vidorreta supo aguantar bien la presión italiana, logró un parcial de 10-0 y 50-34 en el marcador, y ya el cuadro español tenía controlado el partido, pero siempre con el respeto normal de un choque de este tipo. El equipo insular jugó con cabeza y buscó el error visitante, porque llegar con ventaja al término del tercer cuarto era vital y lo consiguió (56-42). El último cuarto fue un querer y no poder de los italianos ante un Iberostar Tenerife que, aunque cometió errores importantes en ataque, lo supo solucionar con su buena defensa para ganar al final el choque