Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)
DEBUTS DE CINE
El primer año de los entrenadores de Josu Urrutia se ha saldado con una nota sobresaliente Ziganda tiene la oportunidad de seguir la tendencia marcada por Bielsa y Valverde
Los cambios de ciclo suelen encerrar cierta preocupación por el desarrollo de los acontecimientos. Siempre queda la duda de si se acertará con el rumbo emprendido, si el fútbol engullirá por sus exigencias un proyecto que necesita paciencia. Con el inicio de la etapa de José Ángel Ziganda cabe pensar lo mismo. Puede haber una cierta incertidumbre por lo que acontecerá. Esto es fútbol y está sometido a unas leyes no escritas que pueden deparar disgustos. Sin embargo, la calidad del entrenador navarro, su conocimiento de la casa y del producto que está extrayendo Lezama hacen pensar que el éxito de Kuko es más que factible. Más aún si se analiza cómo han ido las cosas con la elección de entrenador con Josu Urrutia al frente del Athletic.
En las dos anteriores oportunidades las apuestas por Marcelo Bielsa y Ernesto Valverde salieron de cine. Cada uno de ellos, con sus respectivos estilos, llegaron y besaron el santo en la primera ocasión que tomaron las riendas del equipo bilbaíno, si bien en el caso del rosarino se torció el camino en el ejercicio posterior.
Europa les aclama
En el curso 2011/12 el aficionado bilbaíno disfrutó de una temporada absolutamente mágica, no tanto por el comportamiento liguero como por la respuesta en los campeonatos del KO. En la Europa League el Athletic estuvo un tanto bendecido, porque después de empatar a cero el partido de previa para la clasificación europea ante el Trabzonspor turco no tuvo necesidad de disputar el encuentro de vuelta, ya que le otorgaron a los otomanos la plaza de la Champions League por la descalificación de otro club de Turquía.
Después de este escollo salvado de una manera inhabitual, se concretó una campaña de excepción. El Athletic de Urrutia estaba dotado de ‘ángel’, de un guiño del destino que le llevó a las más altas cotas de gloria en una campaña excepcional. Después de pasar la fase de grupos, se deshizo del Lokomotiv de Moscú, hizo historia con la eliminación del Manchester United, se cubrió de grandeza tumbando al Schalke 04 y remató la faena ganando al Sporting de Portugal. Sólo faltó la guinda ante el Atlético de Madrid en Bucarest.
Con la Copa del Rey pasó algo similar, con la fortuna volviendo a sonreír a los leones, pues solo se midieron a un Primera en el camino hacia la final. Oviedo, Albacete, Mallorca y Mirandés fueron obstáculos solventados sin grandes problemas. Por supuesto, el Barça se empeñó en estropear la película. Asimismo, la Liga acabó con un sabor de boca un tanto amargo: los leones solo fueron décimos, a seis puntos de los puestos europeos. La siguiente campaña, todo el mundo sabe cómo acabó, con decepción generalizada.
Temporadón con Txingurri
Por eso, cuando Valverde asumió el cargo había esperanzas en revertir la situación y vaya si ocurrió así. Txingurri tomó el mando de un equipo al que llevó a la Champions League en su primer ejercicio en la que fue su segunda etapa. Desde el mes de diciembre el equipo se hizo con la cuarta posición y suya fue hasta la conclusión del campeonato de la regularidad.
Fue una temporada de ensueño, con 70 puntazos en el casillero y la sensación de que podía empezar, y de hecho así fue, una nueva era. La previa ante el Nápoles se solventó y el nuevo San Mamés vivió ante los italianos quizá el día más grande desde su inauguración.
En la Copa la participación no estuvo nada mal. El Atlético de Madrid se encargó de taponar el camino de los bilbaínos en los cuartos de final. Los colchoneros han sido un dolor de cabeza en los últimos ejercicios.
Optimismo
Ahora, en la tercera ocasión que un entrenador se estrena con Urrutia en el Athletic se dan los factores que invitan a pensar en una campaña exitosa, con las previas europeas de turno, más o menos como cuando llegó Bielsa a Bilbao después de la clasificación europea con Caparrós al frente del equipo. Nuevo estilo, nuevos jugadores, otra situación, pero en cualquier caso si la tendencia se sigue cumpliendo con el mandato del presidente, la temporada puede ser esperanzadora