Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)
Pasito a pasito, suave suavecito
La Roja, dirigida por los ‘peloteros’, impuso una hora su fútbol de toque y ‘despacito’ se acerca al Mundial
Pasito a pasito, suave suavecito. Despacito. Así enfila el camino del Mundial de Rusia la selección española y así jugó ayer su partido en Skopje durante una hora. Como si lo hiciera al ritmo de la canción del momento, la del puertorriqueño Luis Fonsi, la Roja sigue dejando huella también con Julen Lopetegui al frente de la misma. Como ya lo hiciera con Luis Aragonés y Vicente del Bosque, de nuevo el fútbol de toque ha vuelto con todo su esplendor. O al menos lo está intentando.
Con un 74 por ciento de posesión de balón lo confirma. La presencia en el once inicial de Tiago, Isco, Iniesta y Silva lo provoca. Así es todo más fácil, y más si enfrente está una selección como la de Macedonia, penúltima del Grupo, muy limitada técnicamente y cuya táctica no fue otra que “jugar un fútbol agresivo”, según indicó su técnico Igor Angelovski en la previa del encuentro.
No hizo falta que la Roja pisara a fondo el pie en el acelerador hasta mediada la segunda parte, cuando afloraron los nervios hasta entonces inexistentes. David Silva abrió el marcador y por cuarto partido consecutivo vio puerta, lo que no hacía un jugador español desde hacía siete años (David Villa). Después, Diego Costa encarrilaba la victoria. El hispano-brasileño es el jugador que peor lo pasa en este futbol de ‘tiqui taca’ de la selección. Sin espacios, sin poder recibir pases en profundidad, sin poder correr en jugadas a la contra, sufre de lo lindo en este esquema, pero balón que toca, balón que puede acabar siendo gol. Y más con asistentes como los que tiene. Qué decir del citado Silva, de la clase de Iniesta, del toque de Tiago o de la magia de Isco.
La enorme superioridad, sin embargo, puede tener sus contrapartidas. Como que aparezca la relajación por la aparente fragilidad del rival y por un marcador favorable. Pero nada que no se pueda solucionar con una mayor pegada para dejar sentenciado un partido antes del descanso, como ayer debió suceder. O también con una mayor atención defensiva. Y ahí Busquets, ya sin Xabi Alonso para protegerle, necesita ayuda. Ante selecciones de envergadura el de Badía debe estar más protegido. Lopetegui, tras el gol de Ristovski, se dio cuenta de ello. Por eso sentó a Tiago y dio entrada a Koke. Un poco de músculo nunca viene mal. No hace llegar a los extremos de la época dura de Clemente, con un doble pivote Nadal-Hierro, pero sí es necesario buscar un mayor equilibrio. Será fundamental tenerlo el próximo 2 de septiembre, cuando Italia visite el Santiago Bernabéu en un partido en el que
Ante Italia no puede haber tanta relajación y sí más ‘pegada’ y ayudas a Busquets
estará en juego el liderato. Ahí hará falta tener el balón, pero también no conceder facilidades atrás ni perdonar tanto en ataque. Veremos cómo llegan los españoles a ese duelo. Con poco ritmo, sí, pero también con las pilas cargadas tras una extenuante temporada.
Pero hasta entonces, la Roja seguirá comandando el Grupo C por diferencia de goles con la ‘azzurra’ (+4), con la que está empatada a puntos (16). Y hasta entonces también Lopetegui mantendrá su hoja de servicios impoluta, sin conocer la derrota tras diez partidos.
Pasito a pasito. Suave suavecito. Despacito, pero el Mundial de Rusia está un poquito más cerca