Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)
Una tarde rojiblanca en el circo
Etxeita, Córdoba, Imanol Etxeberria, Maite Oroz y Alazne acuden a la cita en el Parque de Etxebarria
El Athletic tampoco faltó este año a su tradicional cita con el Gran Circo Mundial, aunque su representación estuvo muy por debajo, desde el punto de vista numérico al menos, de lo que venía siendo habitual hace ya algunos años. Dos jugadores y el entrenador de porteros del primer equipo masculino, dos jugadores del primer equipo femenino, una directiva y poco más. Cualquier tiempo pasado, visto lo visto, fue mejor.
El espectáculo, sin embargo, mereció la pena. El rojiblanco imperó dentro y fuera de la pista central y los txikis allí presentes, desilusionados por la escasa presencia de representantes de la plantilla de Kuko Ziganda. A la de Joseba Agirre, sin embargo, le resultó imposible dado que a esa misma hora tenía entrenamiento en Lezama. Lo primero es lo primero.
Magia, risas y leones
Xabi Etxeita, Iñigo Córdoba e Imanol Etxeberria acapararon el protagonismo a nivel del Athletic masculino. El central se animó a subir a un elefante antes del inicio de la sesión para acompañar a su hija. Al extremo zurdo, el más joven de la plantilla de Ziganda, le tocó dar la cara en el centro de la pista, algo que acabó aceptando a regañadientes. El desparpajo mostrado en su día por Muniain, Iraizoz, De Marcos y algunos que otros rojiblancos y exrojiblancos más brilló esta vez por su ausencia. Cuestión de timidez.
Imanol Etxeberria, sin embargo, no tuvo mayores problemas a la hora de ofrecerse voluntario para tomar parte en un número de magia. El ahora entrenador de porteros tuvo una aparición estelar, tal y como se recoge en una de las fotos superiores, con pose para la posteridad incluido. El exguardameta supo estar a la altura de las circunstancias.
Maite Oroz y Alazne Gómez, las representantes de la plantilla del Athletic femenino, disfrutaron del espectáculo desde un discreto segundo plano. La jornada reservada por el Gran Circo Mundial al club rojiblanco y todos sus socios y aficionados transcurrió sin mayores contratiempos. Los leones, esta vez sí, estuvieron a las órdenes del domador