Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)
Olaizola reclama su reinado en una oda al Cuatro y Medio
El heptacampeón de la distancia vence a Bengoetxea (18-22) y logra el primer punto de la liguilla
Teniendo en cuenta que sobre la cancha se reunían el mejor especialista de la ‘jaula’ de todos los tiempos, Aimar Olaizola, y el vigente campeón de la distancia, Oinatz Bengoetxea, se presumía que en el Labrit se podía asistir ayer a un buen espectáculo en el duelo que abría la liguilla de cuartos de final del Cuatro y Medio. ¡Y vaya si fue así! Los dos artistas protagonizaron un partido para enmarcar. El vídeo del choque debería ser de obligada proyección en toda escuela de pelota. ¡Qué defensa! ¡Qué forma de acabar el tanto! Todos y cada uno de los golpes, con intención, con sentido. Aimar y Oinatz destaparon el tarro de las esencias y con su talento embriagaron a los espectadores que asistían al frontón pamplonica. Por el despliegue físico y técnico que ofreció, Bengoetxea VI no merecía la derrota. Pero en la pelota no cabe el empate. Solo gana uno y ese uno fue, con todo merecimiento, un Olaizola II eterno. A justo un mes de cumplir los 38 años, el de Goizueta reivindicó su reinado en la ‘jaula’ con un triunfo por 18-22. Lleva cuatro años sin subirse a lo más alto del podio en este campeonato, pero presenta su candidatura a alzarse con la que sería su octava txapela.
A Bengoetxea VI le queda el consuelo de saber que aún le quedan dos jornadas por delante para enderezar el rumbo y lograr el pase a las semifinales. Oinatz y Aimar están encuadrados en el grupo A junto a Elezkano II y Víctor. Serán los dos
primeros clasificados de la liguilla los que accederán a la siguiente ronda. Y si los dos veteranos mantienen en sus próximos compromisos el nivel de juego exhibido hoy en Pamplona, sus jóvenes y prometedores contrincantes ya pueden ir despidiéndose de las semifinales.
La de esta tarde en el Labrit ha sido una batalla de enorme exigencia física y maestría técnica de principio a fin. A Aimar se le vio muy enchufado desde el primer pelotazo, pero el arreón llegó al irse del 3-4 al 3-11. El saque-remate, una vez más, le reportó pingües beneficios.
Tacada de Oinatz
Pero Oinatz no había viajado a Pamplona a asistir impasible a una exhibición del goizuetarra. Un buen gancho le metió de nuevo en el partido y supuso el inicio de una tremenda tacada de ocho tantos consecutivos que condujo al 11 iguales.
Después, se entró en un trepidante intercambio de golpes. Con un delicado sotamano a vuelta de saque que murió justo sobre la chapa, una auténtica delicatessen (18-16), Bengoetxea VI parecía coger la posición idónea para afrontar con garantías el sprint final. Pero, como los viejos tahúres, Olaizola II se guardaba su mejor baza para el final. Echando mano de unas sorprendentes reservas físicas, con unas piernas aladas con las que llegaba a todo, Aimar fue capaz de anotarse uno a uno de forma consecutiva los seis tantos que le separaban de la victoria. El último, firma de la casa. Con su golpe fetiche. El gancho de zurda. Olaizola toma ventaja en la liguilla. El sábado, Elezkano II y Víctor lucharán por ponerse a su altura. En puntuación, evidentemente. En juego, les resultará muy difícil