Las virtudes del éxito

E l Athletic ofreció su cara buena el sábado ante el Barça. El conjunto local mereció mejor suerte que el 0-2. Los leones se fueron a por el empate en el segundo tiempo, periodo en el que el Barça mostró su faceta más gris. Pocas veces les hemos visto jugar un fútbol tan pobre. No se puede saber si fue mérito de los locales o demérito suyo. Posiblemente las dos cosas. L o cierto es que el Athletic recuperó sus señas de identidad, esas que le han permitido conseguir éxitos en las temporadas precedentes. Si una cosa funciona, mejor no tocarla. Hasta el momento, no había sido así. El equipo desvirtuó las virtudes de cursos anteriores y lo ha acabado pagando. Su rendimiento y su capacidad para competir han mejorado cuando las ha recuperado, como en el segundo periodo de Mestalla y contra Sevilla y Barça en casa. C uáles son estas virtudes? La primera, la presión sobre la salida de balón del equipo rival. El sábado se comprobó desde el pitido inicial que esta era la intención. La segunda es jugar con intensidad. Si el Athletic no logra imprimir ritmo a los partidos, se convierte en un equipo previsible. O tras facetas mejoraron considerablemente. Una de ellas, el rendimiento individual de algunos jugadores. El fútbol es de los futbolistas. Ante el Barça jugaron un buen partido los dos centrales -Núñez y Laporte-, Lekue, curiosamente de lateral izquierdo, Iturraspe, un hombre que necesita que le empiecen a salir las cosas, San José, Williams y Aduriz. El donostiarra estuvo muy participativo, más que en encuentros anteriores, aunque falló una clarísima ocasión. Esta fue otra de las claves. Si no llega a ser por la falta de acierto, ahora estaríamos hablando de otro resultado