Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)
Final con sabor a revancha Sevilla
El Sevilla se juega su futuro en la Champions ante el Spartak, el rival que lo ridiculizó en Moscú con una bochornosa goleada por 5-1
El Sevilla decide su futuro deportivo y económico con su suerte europea en juego ante el equipo que lo ridiculizó hace dos semanas en Moscú, infligiéndole la segunda mayor goleada en competición continental y primera de la edad moderna, en la que el club nervionense se hizo con un nombre con cinco títulos de Europa League –tres consecutivas– y una Supercopa de Europa.
El equipo de Eduardo Berizzo necesita a toda costa un triunfo ante el Spartak para reconducir su situación en el grupo E, que pasó de liderarlo a estar tercero y fuera de las plazas que dan derecho a entrar en octavos con el 5-1 recibido en tierras rusas en un partido que levantó muchas dudas en el entrenador argentino y al que le siguió otro doloroso 4-0 en Valencia.
El Sevilla ha recuperado el tono con dos triunfos en la Copa en Cartagena y en la Liga ente el Leganés, pero necesita recuperar crédito con una victoria ante un equipo de prestigio a cuatro días de visitar el Camp Nou. Nervión espera una de sus grandes noches europeas y el Sánchez-Pizjuán estará a rebosar sin presencia además de aficionados del Spartak, a los que la UEFA le tiene prohibido adquirir entradas en partidos a domicilio.
Berizzo cuenta con una baja sensible en la persona de Joaquín Correa, con una lesión muscular, pero apela al gran estado de forma de Pablo Sarabia, autor de una asistencia y un golazo ante el Leganés. La duda estará en el hombre que haga de enlace del centro del campo (la dupla N’Zonzi-Pizarro parece la solución para cortar la hemorragia a la contra sufrida en Moscú y Valencia), pues tanto Banega como Franco Vázquez están preparados para ayudar al equipo.
En el cuadro de Massimo Carrera es baja casi segura el lateral derecho Eschenko, que ya no jugó el fin de semana, y la más probable del fino interior Samédov, un jugador clave en el juego de ataque. El Spartak, que lleva trece partidos invicto, espera repetir la gran actuación de hace dos semanas y lograr un resultado positivo que lo colocaría en una gran situación para entrar en octavos de final del torneo, fase a la que no acceden desde la campaña 200001.
Para el Sevilla se trata de una final, pues el conjunto moscovita era el rival a batir del grupo y todo lo que no sea ganar sería no depender de sí mismo en los partidos que le quedan ante Liverpool y Maribor