Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)
Match ball
Estrenamos noviembre con la vista puesta en el decisivo partido de mañana en San Mamés ante el Östersunds. Nadie, ni los propios protagonistas, rehuyen ya el calificativo de final. Es un
‘match ball’ para el nuevo proyecto que encabeza Jose Ángel
Ziganda, pero no el primero. Todos pensamos que caer eliminados en la fase de grupos sería, cuando menos y siendo generoso, una tremenda decepción, y más si pensamos que ese tropiezo podría llegar en la cuarta jornada de la liguilla, es decir a las primeras de cambio.
No podemos olvidar que Kuko , y su equipo, tuvo que pasar otro examen más duro todavía en pleno verano cuando el concurso continental de los leones era tan solo un proyecto en ciernes. Caer eliminados hubiera supuesto entonces un auténtico misil en la línea de flotación del entrenador. Ya hemos comprobado que muchos aprovechan para atizarle en cuanto pueden, como para haberles dado un motivo que les cargara de razones.
Esperanza
Si nos agarramos a la fría estadística es para estar preocupados, es innegable. Una victoria en los últimos once partidos, sumando todas las competiciones, no son números acordes a un equipo europeo que quiere seguir instalado, cuando acabe el curso, en la zona noble de la clasificación. Afortunadamente el equipo aún está a tiempo de todo y por eso prefiero detenerme en otras cuestiones que nos inviten al optimismo.
Hablo de la mejoría del equipo frente al Barça. Hay derrotas que dejan mejor sabor de boca que algunos empates como el de Formentera, Östersund o Málaga. Cuantitativamente peor, sin duda, pero cualitativamente mejor. La clave estará en si los leones se ponen manos a la obra o si la reacción ante los azulgrana se queda de nuevo en un espejismo como lo fue la victoria ante el Sevilla o la segunda parte de Mestalla. En sus manos está.
Lo de jugar bien y plantar cara a equipos como el Barcelona suele ser práctica habitual en este club. La diferencia en los últimos años la ha marcado la regularidad ante los de abajo en general. Tu obligación es, en término generales, ganar a aquellos equipos que andan entre el diez y el veinte de nuestra Liga. Con la actitud, entrega, atención y valentía del Barça seguro que no se escapan muchos puntos. El camino está marcado, solo resta recorrerlo.
Cambio de estilo
La mejoría ante el equipo de Valverde llegó con un retoque de Ziganda. Inspirándose en el Athletic de los últimos cuatro años decidió adelantar la línea de presión y ello le permitió robar muchos balones en campo rival. Está claro que es un riesgo, pero en la vida hay que salir valientes.
El público se lo recompensó con aplausos pese a la derrota y teniendo en cuenta de donde venía, creo que es significativo. Seguramente Kuko habrá tomado nota.
Si el problema era que los jugadores no se motivaban lo mismo ante el Formentera que ante los culés. no hay peligro; al menos para mañana contra los suecos porque su futuro continental está en juego, eso sin contar con las ganas de revancha que hay en la caseta por el baño futbolístico que le dieron los suecos allí