Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)
Pido disculpas
Quien acostumbra a leer esta contraportada los miércoles sabe que trato de ser positivo y constructivo en las críticas. Voy a intentarlo una vez mas, aunque el Athletic me lo pone cada día más difícil. Si no lo consigo, pido disculpas por adelantado. Y por cierto, contar que el equipo está mal no es ser anti Athletic, como suele insinuar, cuando no afirmar abiertamente el presidente
Josu Urrutia. Los periodistas no estamos para apoyar al club por mucho que siempre repita el mismo mantra. No es nuestra labor, aunque muchas veces lo hagamos. Espero que la situación deportiva no siga decayendo porque no me imagino a esta directiva, a estas alturas de la película, como ha sucedido en otras ocasiones, buscar la complicidad de la prensa para aunar fuerzas y sacar el barco adelante. Creo que ha dinamitado esos puentes.
Hecho este inciso vuelvo al apartado deportivo. Debo reconocer que me fui preocupado de Balaídos por lo visto sobre el terreno de juego. El nivel de alarma sigue creciendo aunque no creo que debamos dramatizar. No me parece que la solución pase por cambiar al entrenador como aboga parte de la afición. Si creemos que este club es único, no vamos a entrar en matices ahora, no puede acabar con un proyecto recién comenzado el mes de noviembre. En ese aspecto me gusta la línea del presidente, hombre de fútbol, coherente con sus ideas a la hora de respaldar al técnico como en su día hizo con Bielsa. En el mundo de fútbol no hay nada garantizado y los resultados acaban por imponerse a los mejores deseos, pero ya cruzaremos ese puente si es que toca. Tampoco olvidemos que Ziganda está gestionando un grupo sin fichajes y con la baja de cuatro titulares del año pasado: Muniain, De Marcos, Yeray y el ‘sano’ Beñat.
Ahora mismo un porcentaje alto de los aficionados darían por bueno terminar la temporada sin sufrir en la zona templada de la clasificación. Me parecen admirables aquellos que miran a cuanto está el equipo de puestos europeos cuando el descenso asoma aún más cercano. Hay que tener en cuenta que este grupo se ha acostumbrado a los días de vino y rosas. No sabe convivir con el peligro y, si no sale pronto, pueda pasarle factura en modo de ansiedad. Ya empezamos a comprobar cómo notan la falta de confianza. Nada más marcar Sergi Gómez el primer gol del Celta, el equipo se viene abajo. ¿Donde queda ese Athletic que siempre remontaba los partidos y al que no le afectaban los golpes? Las cabezas gachas, las miraditas al compañero, los gestos... Mal síntoma que solo se corrige con victorias.
Cruda realidad
No tengo claro cuál es el principal problema del equipo. Todos vemos que no funciona, pero me quedan dudas sobre si tenemos el diagnóstico correcto del enfermo. Como suele pasar en estos casos, será un compendio de circunstancias. Si echamos el balón al suelo y citamos cuestiones a mejorar, creo que todos coincidiremos en el centro del campo y en la elaboración del juego. Sigo pensando que la pareja San
José- Vesga no funciona y me sorprende que Kuko insista en ella. Quizá tenga razón, pero por ahora no se la están dando. Creo que el parón les va a venir bien para detenerse, mirar lo hecho hasta ahora y ver cómo mejorarlo. La respuesta dentro de quince días contra el Villarreal