Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)
Cerrar filas y remar todos juntos en la misma dirección
En todas las recetas para superar un momento delicado de un equipo hay un ingrediente imprescindible: la unidad del grupo. Esa es una de las principales fortalezas del Athletic, probablemente la más importante de todas, y ha sido la que le ha permitido salir adelante en las situaciones más comprometidas que ha tenido que afrontar a lo largo de su historia.
En lo que respecta al grupo actual, el que maneja Ziganda, todos los mensajes que salen de la caseta apuntan en esa dirección. El último fue el de Kepa Arrizabalaga tras el empate ante el Real Madrid. El guardameta de Ondarroa, que atraviesa un delicado momento a nivel personal por el estancamiento de su proceso de renovación y el interés del club blanco en hacerse con sus servicios, no se despistó ni un instante de su misión de proteger la meta de San Mamés pese a saberse en el foco mediático y dejó claro que “remamos todos juntos en la misma dirección” para tratar de enderezar el rumbo del Athletic de una vez por todas.
Esa fortaleza del grupo también salió a relucir en los tres baches más significativos del exitoso segundo ciclo de Ernesto Valverde al frente del banquillo de San Mamés. Todos aportaron su granito de arena en todas las facetas del juego para ayudar a reconducir las situaciones. Hasta en la goleadora. Aduriz y Raúl García, como siempre, tiraron del carro en ese terreno, pero también se sumaron goleadores menos habituales como Etxeita, Lekue o Iturraspe