Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)
A grandes males, sencillos remedios
El fútbol directo es una alternativa cuando ni los resultados ni el juego combinativo acompañan
El fútbol del Athletic está en entredicho desde prácticamente el arranque de temporada. O incluso antes, podría decirse. Muchas de las críticas que arrecian ahora contra el equipo de Ziganda también se escuchaban la pasada campaña con Valverde.
El “más de lo mismo” que imperó en Bilbao en los inicios de la presente campaña, eso sí, ha pasado a mejor vida. La cruda realidad se impone. Lo cierto es que el conjunto bilbaíno, a decir de muchos, sigue sin jugar a nada; pero mientras antes todo el mundo miraba hacia la zona alta de la tabla, ahora fija y refija su vista en la de abajo. La diferencia, guste o no, resulta sumamente significativa.
Al Athletic de Ziganda se le acusa, valga la expresión, de crear muy poco fútbol. La irrupción de Mikel Rico tras su larga travesía en el desierto y la vuelta de la mejor versión de Iturraspe vinieron, al decir de algunos, a solucionar gran parte de las carencias del Athletic de Ziganda en la zona ancha. A San José y Vesga, que del todo parece haber pasado a la nada de un tiempo a esta parte, les llueve los palos.
Más allá de la composición del doble pivote (todavía es pronto, por cierto, para descartar el concurso de Iturraspe en Ucrania), lo que se impone en la actual coyuntura es dar con una solución acorde a las características de la plantilla y del complicado momento clasificatorio. En un equipo que cuenta con Aduriz y Raúl García como hombres de referencia en ataque, a lo mejor resultaría hasta más lógico pensar en elaborar menos el juego y recurrir al denominado fútbol directo. Balones en largo arriba, disputas y atención a las segundas jugadas. Primitivo quizás, pero probablemente más efectivo que el toque, toque y toque sin avanzar metros en el centro del campo.
Ziganda, a modo y manera de Valverde durante sus cuatro últimas temporadas en el Athletic, tampoco ha apostado hasta ahora por jugar con dos puntas dentro del clásico 4-4-2. Puntas, claro está, de distintas características futbolísticas a los dos veteranos que suelen moverse en posiciones más avanzadas. Se trataría, en definitiva, de dejar arriba a Williams y situar junto a él a otro delantero capaz de hacer daño con su velocidad y sus desmarques. Sabin Merino, que ante el Formentera dejó claro que no atraviesa por uno de sus mejores momentos, tiene condiciones para ello. Lo de Kike Sola, otra posible alternativa, no hay quien lo entienda.
El empate cosechado frente al
Los rivales sufren más cuando el Athletic toca menos y busca por alto a Aduriz y cía
Madrid debe servir como refuerzo anímico para un Athletic que este jueves se juega su futuro en Europa frente al Zorya en Ucrania y al que el domingo le aguarda otro exigente test liguero dada su complicada situación clasificatoria en el Ciutat de Valencia ante al Levante. No parece que tocar por sistema vaya a ser la solución