Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)
TRIPLE CORONA
Lydia Valentín conquistó tres oros en arrancada, dos tiempos y total olímpico en el Mundial de Anaheim La gran favorita no falló y logró el título que le faltaba; el COI tiene que hacer oficial el oro de Londres’12
Antes de subir al podio, Lydia Valentín no pudo evitar soltar un sonoro “No me lo creo”. La levantadora de 32 años sumaba en la madrugada de ayer en el Centro de Convenciones de Anaheim (California) el único título que le faltaba, el oro mundial, para culminar una trayectoria brillante y convertirse en una de las mejores deportistas españolas de todos los tiempos. Tras ser campeona olímpica en los Juegos de Londres –a falta de proclamación oficial por parte del COI– y campeona de Europa en 2014, 2015 y 2017, la leonesa ha sumado una triple corona como campeona del mundo en la categoría de 75 kilos que le permite entrar en el selecto club de las campeonas en Juegos, Mundiales y Europeos. Una gesta titánica.
“No me creo todavía que sea campeona del mundo. Ha sido una competición increíble, me he encontrado muy bien. Sabía que era el momento, que era la competición y en todo momento estaba convencida. La presión al final la he canalizado a mi favor y estoy muy, pero que muy feliz”, aseguraba nada más bajar del podio.
“Lo tengo todo ya. Al final he conseguido todo lo que soñé cuansiones era pequeña, cuando realmente comenzaba a entrenar. Me quedo con que el sacrificio siempre es la mejor opción”, añadía. Envuelta en una bandera de España, con las tres medallas de oro (arrancada, dos tiempos y total) colgadas al cuello y una muñeca de ‘Minnie’ en los brazos, Valentín no podía ocultar su emoción. Es la primera vez que una halterofilia española gana una medalla de oro en un Mundial, ya sea en categoría femenina o masculina. Lydia era la máxima favorita y no falló. Hasta en tres oca- fue la mejor, logrando un triplete inédito.
La primera medalla llegó en la arrancada, en la que no tuvo rival, ya que con el primer intento de 110 kilos se proclamó campeona al superar en 2 kilos a la segunda clasificada, la ecuatoriana Neisi Patricia Dajomes. Después, levantó de forma espectacular 115 y 118 kilos en su segundo y tercer intento para alcanzar una diferencia de 10 kilos con respecto a Neisi.
Muy superior a sus rivales
En la prueba de dos tiempos tampoco le tembló el pulso. En el primer intento levantó 130 kilos y pudo con los 135 en el segundo. Con esto, ya se convertía en campeona del mundo, pero no quiso renunciar a su tercer intento, pese a que ya no le hacía falta, y solicitó 140 kilos. La española dejó mudo al público con su decisión y al fido nal éste le premió con una fuerte ovación para celebrar su gesta, con un total de 258 kilos y un bagaje final de tres oros. Lydia hizo un gesto que ya la caracteriza: dibujó un corazón con las manos en una foto para la historia.
Sus éxitos cobran especial relevancia y emotividad teniendo en cuenta que ha sido víctima durante su carrera de las ‘trampas’ de sus rivales. En los Juegos Olímpicos de Pekín’2008 quedó en quinta posición y en Londres’2012 acabó cuarta, pero el dopaje encontrado a las levantadoras que la precedieron en esas dos citas, tras haberse sometido a diversos análisis, le han permitido finalmente lograr lo que le correspondía con total merecimiento: ser subcampeona olímpica en 2008 y campeona olímpica en 2012 a falta de proclamación oficial. La larga espera tuvo al fin su recompensa.
“Tengo la tranquilidad de que nadie podrá venir a reclamarme las medallas”, declaraba entonces la leonesa. Fue un trago muy amargo que Lydia ya guarda para el olvido. Ahora toca celebrar que es la reina indiscutible de la categoría de 75 kg, una mujer que entra en la leyenda del deporte español y que además puede presumir de ser una auténtica pionera en la halterofilia, al ser la primera española en lograr el título mundial