Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)
El Atlético saca oro del Villamarín
Un gol de Saúl en el único disparo a puerta del conjunto rojiblanco en todo el partido da los tres puntos a los colchoneros ante el Betis
El Betis tuvo el balón y el Atlético, la defensa y la efectividad
El Atlético de Madrid se llevó los tres puntos del Benito Villamarín. Un disparo a puerta. Un gol. De Saúl. Más práctico imposible. En el duelo de estilos, Simeone volvió a ganar a Setién.
Salió bien el Betis. Muy bien. Teniendo el balón, cumpliendo el guión que se esperaba en la previa, pero presionando intensamente al Atlético, que no la olía. Prueba del ímpetu verdiblanco en ese inicio fue una plancha de Boudebouz sobre Gabi que costó amarilla al argelino y las protestas de un desatado Setién. Comenzaba fuerte el partido.
Los locales, con balón, protagonizaron un par de acercamientos al área de Oblak, sin consecuencias, mientras que el Atlético apenas pasaba del centro del campo. No acertaban los rojiblancos a dar dos pases seguidos, gracias a la presión bética y a la propia imprecisión. Los medios rojiblancos no tocaban con velocidad, conducían, dando más facilidades a los que buscaban con ahínco el robo. Las bandas, con Filipe y un Vrsaljko que fue la sorpresa en el once, no existían. Las combinaciones, tampoco.
Y basta con decirlo, para que llegue todo a la vez. Gran apertura de Godín a la derecha, donde esperaba el croata, que controló y puso un gran balón raso en el área. Gameiro llegaba para empujar, pero fue agarrado y dio una patada al aire. La bola llegó al segundo palo, donde apareció Saúl, que acompañó la jugada a la perfección, para lanzarse al suelo y poner por delante al Atleti.
Había merecido más el Betis. O mejor dicho, no había merecido tanto el Atlético. Pero nadie se mueve en estas aguas como los de Simeone, para desesperación de Setién, que siendo algo superior y proponiendo más, ya se veía por detrás ese equipo cuyo juego tan poco le gusta. El tanto fue un mazazo para los sevillanos y dio más tranquilidad al Atlético, que tuvo a continuación dos contras claras para marcar el segundo. Eligieron mal. Un disparo de Sergio León desde el vértice del área fue todo lo que inquietó el Betis hasta el descanso. Tras el mismo, el Betis comenzó a buscar ataques más directos para dañar al Atlético, que seguía replegado y buscando la contra. Sergio León avisó con un balón en el área pequeña pero resolvió mal, y luego fue Tello el que probó a Oblak. Y de qué manera. Thomas despejó mal. Flojo y al centro. Y sin pararla, el catalán disparó con el exterior. El balón iba a la escuadra, pero ahí estaba el esloveno, que metió una sensacional mano para mandarlo a córner.
Los cambios enfriaban el choque. El Atlético, parapetado atrás, vivía cómodo, aunque la amenaza estaba ahí. El característico jugar con fuego de los colchoneros que se tan poco se entiende pero que suele dar resultados. No pasaba nada, y eso era bueno para el Atlético. Un tiro a puerta, un gol y tres puntos. para Madrid. La cara de Quique Setién lo decía todo. La de Diego Simeone también