Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)
Y ya van para 76 años
Desde Onaindia-Urcelay, primeros ganadores del Parejas, no hay otro binomio vizcaíno-guipuzcoano campeón
La historia del Campeonato de Parejas de pelota a mano profesional arranca en la década de los 40 del siglo pasado con un doblete del gernikarra Dionisio Onaindia y el azkoitiarra Justino Urcelay. Representantes de dos territorios con mucho predicamento en los frontones, aquel binomio ha quedado para los restos como el único formado por un vizcaíno y un guipuzcoano que ha conquistado este torneo. Danel Elezkano y Beñat Rezusta aspiraban a reverdecer esos viejos laureles.
Solo otros dos dúos han llegado a la final: Berasaluze II-Albisu y Elezkano II-Rezusta
Durante muchas semanas fueron favoritos para conseguirlo. Pero fallaron en el momento decisivo y la larga sequía se mantiene.
Onaindia y Urcelay abrieron el palmarés de un Parejas que nació con carácter bienal. Se llevaron la primera edición de 1941, disputada por el sistema de liguilla, y la segunda, configurada ya con un formato más clásico y batiendo en la final a dos aulestiarras, Ubilla I y Kortabiarte (22-21), en el Club Deportivo de Bilbao. Aquello fue en 1943. Desde entonces, han transcurrido 75 años sin que una dupla formada por un guipuzcoano y un vizcaíno se haya calado las txapelas. Y van para 76, después de la derrota sufrida (22-9) por el de Zaratamo y el bergarés en la final del domingo ante Ezkurdia-Zabaleta.
Al parecer, con Onaindia-Urcelay se rompió el molde, porque desde entonces solo dos dúos con representantes de esos dos territorios han alcanzado una final. Pablo Berasaluze y Jon Ander Albisu lo lograron en 2013, en una tarde que quedará para el recuerdo por la grave lesión (rotura de tendón de Aquiles) que sufrió el delantero de Berriz cuando él y el de Ataun perdían 6-4 ante Irujo y Zabaleta, verdugo este último, junto a su paisano Ezkurdia, de Elezkano II y Rezusta en la final del domingo en el Bizkaia.
Cierto es que el Parejas fue, hasta su regularización como cita anula a finales de los 70, un torneo que se jugó a salto de mata. Tras las tres primeras ediciones bienales (1941, 43 y 45) hubo un parón de 16 años hasta el siguiente campeonato, en 1961, que se llevaron los hermanos Arriaran, naturales de Arrasate. Otro paréntesis similar dejó la competición oficial (se disputaron torneos de empresa) en barbecho hasta 1978, año en el que se llevaron las txapelas Elías Pierola y Antxon Maiz. Ellos abrieron la hegemónica dinastía de binomios navarros campeones del Parejas, que en total suman 20 en un total de 46 ediciones, incluyendo los correspondientes a los dos años (1993 y 1999) en los que hubo dos campeonatos paralelos como consecuencia de la división empresarial.
A mucha distancia, la combinación más exitosa es la íntegramente gipuzkoarra, con seis entorchados. El último, el de 2017 logrado por Irribarria y Rezusta. Por el contrario, no hay en la historia ninguna pareja campeona compuesta por dos bizkaitarras. A 1 tanto se quedaron los antes citados Ubilla I-Kortabitarte en 1943 y a más distancia, a 11, los vecinos de Axpe Marzana Roberto García Ariño e Iñaki Gorostiza, derrotados en la final de 1983 por los navarros Bengoetxea IV-Maiz II