Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)
La culpa ha sido nuestra
El Athletic volvió a realizar ayer otra demostración de impotencia en Anoeta, una más este curso. La mínima reacción en la segunda parte, cuando el choque se igualó, no debe esconder equipo, con el partido un fútbol que bajo realizó el mínimos, a la altura de los últimos en casa ante Deportivo y Levante y nada que ver con lo demostrado en el Estadio de la Cerámica o el Santiago Bernabéu en las dos salidas anteriores.
El conjunto rojiblanco se suicidó en el derbi. Dos goles en propia puerta y el segundo de la tarde, con Oyarzabal rematando completamente solo dentro del área, pusieron las cosas casi imposibles. El tanto de Raúl García desde el punto de penalti puso un poco de picante al choque, pero hubiera sido un milagro y completamente injusto que los leones hubieran logrado empatar.
Los partidos a domicilio contra Villarreal y Real Madrid nos hicieron recuperar un tanto la ilusión para terminar de una forma decente el curso, lo mínimo exigible para dejar un buen sabor de boca de cara a la campaña 2018-19. Pero partidos como el de ayer echan por tierra todas las esperanzas de los aficionados.
En realidad, bien pensado, esta ha sido la tónica del curso. Las excepciones fueron los dos choques citados anteriormente. Por tanto, lo visto ayer es lo habitual. La culpa ha sido nuestra por hacernos ilusiones infundadas cuando la línea del Athletic este curso ha sido la ofrecida en el campo txuri urdin.
Solo nos queda esperar que esto se acabe cuanto antes y comenzar a planificar la campaña próxima, en la que la directiva tiene mucho que decir. Hay que realizar incorporaciones que levanten la motivación en la hinchada después de una campaña deprimente