Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)
Todo en contra
El Athletic no tuvo ayer una de sus mejores tardes de fútbol, no sólo en lo relativo al juego, sino tampoco en lo concerniente a aquellas acciones puntuales que se decantan hacia un lado u otro por cuestión de fortuna.
En un inicio de partido totalmente controlado, el Athletic no sufría defensivamente, aunque tampoco encontraba demasiada fluidez en el juego de ataque hacia la portería rival como para poder inclinar hacia su lado el resultado inicial.
Los futbolistas de la Real Sociedad, mucho más relacionados con todo aquello que tenga que ver con jugar el balón por abajo que de ser poderosos en el juego aéreo, conseguían paradójicamente mostrarse superiores en este aspecto en sus incursiones en ataque.
Primero con el gol marcado por San José en propia meta y después con dos balones a la madera intercalados por el segundo gol local, los guipuzcoanos abrían brecha en el tanteador para llegar al descanso con gran superioridad sobre el conjunto rojiblanco.
El Athletic volvía a adolecer de juego interior, no sólo para filtrar balones por ese sector, sino también para hacer de soporte y posterior apertura mediante la que conseguir profundidad por fuera y llegar a zonas peligrosas con las que hacer daño al equipo donostiarra.
Con balones demasiado directos no era suficiente para poner en aprietos a los realistas y, por si acaso, otra jugada desafortunada a balón parado, una vez más, ponía el tercer tanto en las mallas de la portería de Kepa nada más comenzar el segundo
tiempo.
Reaccionó el equipo rojiblanco tras el tercer tanto recibido y en sus mejores momentos, a base de dar un paso hacia delante e ir a buscar al contrario a través de continuas anticipaciones e interceptaciones de balón, conseguía reducir la diferencia por mediación de Raúl García, que transformó un claro penalti con llegó peligro. por a mano inquietar de Llorente la meta e incluso rival
Williams peinó un balón de cabeza tras un saque de falta lateral contra el palo y Moyá con un par de intervenciones
sobre Raúl García no permitieron que la última fase del partido estuviese más igualada de lo que parecía pese a los intentos bilbaínos por conseguirlo.
Hay dinámicas que te castigan demasiado en el juego del fútbol, siendo ayer un
buen ejemplo de ello una vez más.
Cuando nada sale bien, lo más acertado es esperar con inusitada paciencia y trabajo a que la cosa mejore, mientras poco a poco se va consumiendo una temporada tan llena de altibajos como la actual