Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)

Los rojiblanco­s caen con un gol en el añadido

- Asier Romo Bilbao

Eliminado. El Athletic cayó en cuartos de la Copa de Campeones juvenil de forma cruel. Con un gol en el añadido, instantes después de que Córdoba perdonara una gran ocasión para sellar el pasaporte a semifinale­s. Borja, en cambio, no desaprovec­hó un mal despeje de la zaga rojiblanca para firmar el 1-0 que permitió avanzar al Tenerife. El único segundo que se coló entre los ocho aspirantes al título.

Los rojiblanco­s, de salida, mostraron más intención de llevar la iniciativa, pero con poca profundida­d. La primera intervenci­ón de Juan llegó pasado el cuarto de hora. El guardameta despejó a córner un centrochut de Artola. Ale Benítez respondió poco después con un disparo lejano que salió desviado.

El equipo de Solabarrie­ta cada vez era más dueño del balón, mientras que los chicharrer­os buscaban su oportunida­d a la contra. A la media hora, tras un córner rematado por Arberas, Imanol tuvo que intervenir para abortar una ocasión. Pero en la recta final del primer acto, los bilbaínos se soltaron para firmar las mejores ocasiones. Primero, la zaga rival logró cortar una jugada de peligro después de que Jon Cabo sortease a tres jugadores. Después, Sancet disparó fuera tras una buena combinació­n con Gorka Agirre. Y a cinco del descanso, llegó la más clara. Cabo estrelló en un defensa la finalizaci­ón de un ataque en superiorid­ad. No hubo premio.

La segunda mitad comenzó más igualada. A pesar de que la primera llegada fue rojiblanca, los blanquiazu­les los que estuvieron más cerca de adelantars­e. En el cincuenta, el larguero evitó el gol de David tras un mal despeje. Y siete después, Ale Martínez estuvo a punto de plantarse solo ante Unai tras un despiste defensivo, pero se trabó. En medio, eso sí, Córdoba puso a prueba al portero chicharrer­o, que atajó con firmeza.

Las ocasiones se siguieron sucediendo de forma alterna. Ale Martínez, esta vez sí, se quedó solo ante el meta rojiblanco, pero su débil remate fue a las manos de Unai. La respuesta de Sancet fue contundent­e. Recorte y potente disparo abajo que obligó a lucirse a Juan. Ninguno quería jugársela a los penaltis. Tras una chilena de Ale Cruz por encima del larguero, la tuvo Córdoba. Solo, en el segundo palo, cabeceó al lateral de la red un gran centro de Keenan. Borja no perdonó

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FOTO: RFEF Cruel Los juveniles se despidiero­n del torneo por un gol tardío del Tenerife

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