Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)
LA RÚA DE ANDRÉS
El capitán del doblete quiso disfrutar de cada uno de los detalles de su última celebración como jugador del Barça Iniesta, que repitió la palabra “alegría” compartiendo fotos con sus compañeros, recibió el sentido abrazo de Messi
Después de las lágrimas del pasado viernes, tras anunciar su adiós al Barça tras 22 años ligado a la entidad azulgrana, Andrés Iniesta quiso disfrutar ayer de cada detalle de su última rúa como jugador del Barça. Antes de la fiesta en el Clásico del Camp Nou del próximo domingo, donde recibirá por primera vez el cariño del Estadi tras comunicar su marcha, el capitán vivió en la jornada de ayer un aperitivo de lo que le espera en el Clásico y de aquí a la última jornada de Liga frente a la Real Sociedad, el día de su adiós definitivo como jugador azulgrana en el Camp Nou.
Como si fuera un chaval recién subido al primer equipo, como fue el caso Aleñá o el portero Ortolà -los únicos miembros del B que participaron de la rúa-, Iniesta tenía los ojos más abiertos que nunca. Era la décima, pero el capitán la vivió como si fuera la primera. Iniesta saboreó al máximo las dos horas que duró el desfile de los campeones por las calles de Barcelona. Durante un buen rato se le vio sentado en solitario mirando hacia la afición, que no paró de corear su nombre y a los balcones, donde había infinidad de carteles en los que se podía leer “Gracias Iniesta”, “Enjoy Iniesta” y muchas otras muestras de agradecimiento.
Andrés vivió una mezcla de sentimientos y así lo demostró tanto en lo alto del bus, saludando y sonriendo a los miles de culés que coreaban su nombre, como en las redes sociales. El capitán colgó varios ‘selfies’ con sus compañeros, junto a Paulinho, Busquets, Coutinho, Denis Suárez, Umtiti... titulando todas las fotografías con la palabra “alegría”.
El emotivo abrazo de Messi
Especial y emotivo fue el abrazo que recibió Iniesta en el tramo final del recorrido. Justo cuando se encontraba en la parte frontal del autobús, rodeado por los dos últimos de los 32 títulos que ha conquistado como azulgrana, se le acercó Leo Messi. El crack, ausente el pasado viernes en la sala de prensa por motivos personales, se abrazó de forma sentida a Iniesta y ambos saludaron a los aficionados que coreaban su nombre.
Antes, como Xavi en 2015, Iniesta, ataviado con un gorro de bufón azulgrana, quiso abstraerse de todo lo que pasaba con sus compañeros. El capitán azulgrana se quedó al margen de la ‘guerra’ de los confeti, que protagonizaron buena parte de sus compañeros con las ‘escopetas’ que preparó el club para darle algo más de color al recorrido. También se alejó de los riegos de cerveza de Gerard Piqué, el principal animador de la fiesta y del lanzamiento de zapatos del entrenador, Ernesto Valverde, que vio como el propio Piqué y Pepe Costa, responsable de la oficina de atención al jugador, repartían entre los aficionados.
De hecho, Iniesta quiso inmortalizar muchos de los momentos, no solo con sus compañeros, sino también del ambiente que rodeó al autobús. Fue la última rúa de Iniesta con el Barça, la de la celebración del doblete. En China no tendrá oportunidad de vivir algo así, como le recordaba algún aficionado, pero quién sabe si en un futuro puede repetirlo aquí como técnico. Pase lo que pase, ‘Gracias Iniesta’