Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)
Estrategias insuficientes
Qué larga se está haciendo la temporada. Parece la frase más repetida hace semanas, aunque no se corre en San Mamés donde las preferencias en los estribillos pegadizos apuntan al entrenador y al presidente, según la tribuna donde pongas el diapasón con más decibelios para uno que para el otro. Cuestión de gustos y puntos de vista. No caben muchas dudas de que la estrategia de no incorporar a ningún futbolista de fuera de Lezama durante más de dos años, la errática labor de la supuesta dirección deportiva sumada a la política de renovaciones -altamente discutible en tiempos, duraciones y salarios, en función del protagonistano han aportado casi nada bueno a una temporada que ya empezó torcida desde las dos previas encasquetadas en herencia de los últimos estertores del valverdismo. La continua mirada al pasado, la autocomplacencia y esa querencia por escapar de las críticas encogiendo los hombros y colocando al club en un papel de víctima que nada le beneficia, conllevan estas consecuencias de difícil solución a estas alturas.
Siendo cierto, filosóficamente hablando, que la base de la plantilla del primer equipo sigue siendo Lezama, como cantera inagotable, resulta paradójica la asunción por parte de muchos de una repentina necesidad urgente en fichar. Lo que sea, lo que se pueda, lo que esté ‘a tiro’; pero fichar, como dando por sentado que esta plantilla no es suficiente como para afrontar los siguientes retos a los que tenga que enfrentarse el club.
La mezcla es ciertamente explosiva. Por una parte el humo de ciertos medios de comunicación asomando nombres y adelantando supuestas futuras exclusivas. Por otra la confirmación de que los ciclos empiezan y acaban para todos, incluida esa parte de la plantilla que ha vivido en el sosiego y el confort de su status y una relativa bonanza deportiva.
Es una vieja cantinela, de repente parece proclamarse el estado de alarmasocial y se piden cabezas y revoluciones; aunque en el fondo asumamos su inviabilidad. El salto de los Capa, Ganea y Dani García a los Herrera, Martínez o Illarramendi va mucho más allá de lo económico.
Estrategia fallida
La otra estrategia que falla la vemos con mayor nitidez en los últimos partidos. El coladero defensivo se hace más patente en las jugadas a balón parado. Las faltas del Levante, los corners de la Real, la sensación de fragilidad señala y sonroja -o eso deberíaa todos los protagonistas, entrenador y jugadores.
Llegados a este punto, en el que parece que nada puede salir bien, solo cabe encomendarse a la estrategia dispuesta desde Ibaigane para que a partir de julio, casi como por arte de magia y con unas pocas caras nuevas, el nuevo entrenador nos devuelva la alegría y el fútbol vistoso que muchos sitúan en el primer año de Bielsa. Lejos me lo fían para el supuesto candidato al enésimo experimento, nada menos que la versión ‘light’ del Loco, o eso dicen.
¿Quién planifica?, ¿con qué criterio se ficha?, ¿se dará la baja a alguna vaca sagrada? Muchas preguntas, certezas ninguna