Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)
Las horas de sueño tienen impacto en el rendimiento
Diversos estudios acentúan la relación del descanso con la eficacia del jugador
Las ciencias aplicadas al deporte han sofisticado el análisis del baloncesto alcanzando disciplinas hasta ahora poco exploradas como la nutrición o la psicología. Una de las nuevas fronteras que se abre también tiene que ver con la medicina del sueño.
La confirmación del impacto de este factor en el rendimiento de los jugadores ha llegado por la publicación reciente de un estudio revelador en la revista Journey of Sleep a cargo de investigadores de Stony Brook University de Nueva York. Este análisis ha puesto en relación la presencia de los jugadores en las redes sociales entre las 11 de la noche y las 7 de la madrugada con su rendimiento en partidos del día siguiente llegando a conclusiones claras sobre el impacto que tiene el descanso (o la falta de él) en su rendimiento.
Se han analizado más de 10.000 entradas en Twitter de jugadores profesionales durante siete temporadas contrastándolas, en caso de aparecer en ese rango horario, con las estadísticas del jugador en los partidos. Los resultados no ofrecen duda ya que esa falta de descanso se traduce en una reducción en puntos, rebotes, tiempos de reacción y puntería.
“No mantener un descanso completo durante la noche puede costar un descenso de un 2% en el porcentaje de acierto en tiros de campo”, asegura Jason J. Jones, uno de los autores del estudio.
El director e investigador del complejo Athletic Lab, Mike Young, llega a asegurar en el portal deportivo Uproxx que dormir es “el mayor potenciador legal para el rendimiento de un deportista. Dormir bien mejora la recuperación de los entrenamientos y los partidos, los tiempos de reacción, la toma de decisiones y reduce drásticamente el riesgo de lesiones”. Según Young, “las hormonas en nuestro cuerpo fluctúan entre la noche y el día. Durante la noche, la producción de hormonas del crecimiento o la testosterona están en alza y son críticas para la recuperación de los músculos”.
Este estudio no es el primero que confirma la relación del buen descanso y el rendimiento en las pistas de baloncesto. En 2011 un ‘paper’ elaborado en Stanford encontró también relaciones fuertes entre ambos aspectos.
En esa ocasión se utilizaron jugadores universitarios para comprobar sus tiempos de descanso durante períodos de 5 a 7 semanas. Los que mantuvieron hábitos de diez horas de descanso diarias en ese período obtuvieron una mejora significativa de sus estadísticas en los partidos: corrían más, anotaban más y mejoraron su porcentaje de acierto en tiros libres nada menos que en u 9%