El problema de fondo

Multazo al Athletic, tal y como se esperaba, por los incidentes acaecidos en los aledaños de San Mamés con motivo de la disputa del partido de la Europa League frente al Spartak de Moscú. El club bilbaíno tendrá que pagar 40.000 euros a la UEFA y cerrar 2.000 localidades de su estadio en el próximo compromiso continental en casa de los leones. O tra parte de esta sentencia, que en lo que al lado rojiblanco afecta será recurrida desde Ibaigane, adquiere cariz visitante. A la entidad rusa se le sanciona con 55.000 euros y se le prohibe vender entradas a sus aficionados en los tres próximos compromisos europeos de su equipo como visitantes. ¡A buenas horas! N o me gusta la forma que tiene la UEFA de plantar cara a los violentos fuera de los estadios. Tampoco es que lo de dentro sea para tirar cohetes, entiéndase la broma, pero... Lo realmente cierto es que el tiempo pasa y el gato sigue sin cascabel. E l 22 de febrero de 2018 se vivieron escenas en San Mamés, en el interior y sobre todo en el exterior, que poco o nada tienen que ver con el sentimiento Athletic. Una persona, ertzaina en funciones en su caso, perdió la vida en pleno altercado y muchas otras se sintieron agredidas directa e indirectamente. La sinrazón elevada a la máxima potencia por razones totalmente ajenas al fútbol. Y a basta. El deporte, el espíritu del deporte, tiene mucho más que ver con las escenas que se vivieron en estos mismos sitios en pleno mes de mayo con motivo de las finales de rugby que con los lamentables incidentes del día de los rusos. A base de multazos, de ‘money, money y más money’ no se soluciona el problema de fondo. El que no sepa viajar, que no viaje y punto