Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)
De chapuza en chapuza
Los traspasos de poderes siempre son complicados. La directiva encabezada por Luis Rubiales se ha hecho cargo de las riendas de la Federación en sustitución de la Junta encabezada por Juan Luis Larrea.
El dirigente tuvo un comienzo complicado. Florentino Pérez negoció en secreto con Julen Lopetegui y le nombró su entrenador a tres días de que España debutara en el Mundial. Al día siguiente, Rubiales le destituyó. Decisión acertada. Ni el Real Madrid ni el míster de Asteasu tendrían que haber negociado a espaldas de la Federación. El exdirigente de la AFE tomó la decisión que tenía que tomar. Quizá a corto plazo era negativa para la selección, pero el presidente de la RFEF no se puede permitir el lujo de perder autoridad de esta manera nada más acceder al cargo.
Apartir de ahí se han sucedido una serie de acontecimientos que vuelven a poner en duda la organización del fútbol español. Y en ello tiene mucho que ver la Federación.
En el sorteo del calendario liguero, la improvisación fue la nota dominante cuando invitaron a las jugadoras de la selección femenina a subir al escenario. Y la última ocurrió ayer con el sorteo de las dos primeras eliminatorias de la Copa 2018-19. El organismo federativo tuvo que repetirlo porque había dejado exentos a dos equipos de Tercera, algo que el reglamento prohíbe.
Por no hablar de que este año ha habido el enésimo encontronazo entre la Federación y LaLiga por la fecha para disputar la final de Copa. Ayer decidieron que fuera el 25 de mayo. Tampoco se sabe la sede hasta conocer a los finalistas, todo un clásico de cada final de temporada. Así está el fútbol español. Va de chapuza en chapuza