Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)
PEGADA
El Barça liquidó al Eibar y su presión alta jugando al espacio y con una gran conexión entre Luis Suárez, con dos goles, y Coutinho Los de Valverde aniquilaron la defensa avanzada vasca en diez minutos brutales y apenas concedieron ocasiones de gol
El líder exhibió pegada. Liquidó al Eibar, podría decirse, por la espalda, aprovechando los espacios que el valiente conjunto de Mendilibar, ayer dirigido por su segundo, Andoni Azkargorta, dejó detrás de su defensa en su insistencia por asfixiar la salida de balón del Barça. Superó la incómoda visita del conjunto vasco, que no hace mucho aniquiló al Madrid, el talento barcelonista para jugar a pocos toques y la capacidad resolutiva del tándem Coutinho-Suárez en una de esas inusuales tardes poco acertadas de Messi, que aun así marcó su gol 400 en Liga y rozó el 401. Fue su fiel amigo Luis Suárez el auténtico estilete del Barça con dos goles junto a Coutinho, a quien Valverde dio la oportunidad de resarcirse. Y el brasileño la aprovechó, con una gran tarde de fútbol al lado del ‘pistolero’ uruguayo. Ambos incendiaron esos espacios que dejó el Eibar.
Como ya estaba previsto, hubo presión muy alta que incomodó mucho a un Barça forzado a mantener una gran concentración defensiva y a salir mediante balones largos. Con un Piqué nuevamente en forma que ayudó a anular a Cucurella cayendo a tapar a la banda derecha, el conjunto azulgrana defendió con mucho orden y esa valentía de los vascos no se reflejó en ocasiones de gol. Un cabezazo de Sergi Enrich a centro de Peña y paren de contar, con algún fogonazo más en los minutos finales, cuando todo el pescado estaba vendido.
Oficio y talento
El oficio del Barça le sirvió para controlar al Eibar. Y su talento, para explotar a base de acciones rapidísimas los espacios. El Eibar jugó gran parte del partido en territorio barcelonista, pero eso le sirvió de poco. En parte, por el gran encuentro, una tarde más, de la pareja Piqué-Lenglet.
Con un panorama de partido poco vistoso, el Barça rompió con pocos toques el dispositivo eibarrés en una jugada veloz que los defensores
El uruguayo y el brasileño volvieron a ser protagonistas en el 2-0, obra de un Messi algo apagado que se puso en marcha para marcar ese tanto, el 400 que lleva su firma en la Liga. Suárez robó un balón a Arbilla en una zona peligrosísima y combinó con Coutinho. Nueva pared entre ambos, con pase final del uruguayo a Messi, que cruzó el balón a la red.