Los tres puntos no deberían servir para esconder el mal partido de los de Solari

El Real Madrid sigue vivo, por decirlo de alguna manera, en la Liga gracias a un gol de Ceballos en el minuto 88. Una victoria agónica que le da a los blancos tres puntos que no deberían servir para esconder el mal partido de los de Solari, sobre todo en la segunda mitad. La imagen que dio el Madrid fue la de equipo pequeño durante muchos minutos que a punto estuvo de costarle otro tropezón en Liga.

Lo positivo para el Real fue la victoria y lo peor, la lesión de Benzema, el jugador que tiene casi todo el fútbol de este Madrid en ataque. Vinicius es un buen proyecto de jugador, pero ni tiene la visión, la movilidad, la picardía del francés que mientras estuvo en el campo fue el mejor del Madrid. Solari optó por el canterano Cristo para sustituir a Benzema en la segunda mitad. Una declaración de intenciones del argentino que se ha quitado la careta con las vacas sagradas que no están dando el nivel. Aparte de Isco, con el que definitivamente no cuenta, la gran ausencia en el once fue la de Marcelo. No fue ésa la única decisión deportiva de Solari que cambió el sistema para jugar con tras centrales, poblar el centro del campo con cinco jugadores y Benzema y Vinicius arriba. Un dibujo que le fue de perlas al Madrid en la primera media hora del partido, 30 minutos en los que los blancos pudieron cerrar el encuentro, pero volvieron a mostrar su falta de gol ante un Betis que perdía balón tras balón atrás y arriba no llegaba. El Madrid, sin balón, pero aprovechando los errores locales se adelantó en el marcador con gol de Modric en el minuto 13. El duelo era de color blanco que tuvo ocasiones para marcar, pero las desaprovechó. La más escandalosa fue la de Valverde en el minuto 35 cuando en un mano a mano con Pau López se la quiso dejar a Benzema y la jugada que ‘olía’ a gol, acabó en nada. Esa acción fue la última peligrosa del Madrid en la primera parte y casi en el resto del partido.

El Betis acabó los primeros 45 minutos mandando y así siguió tras el descanso. Los de Setién monopolizaron el balón mientras el Madrid, sin Benzema, que se marchó lesionado en el descanso, se