Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)
Sincronización a distancia para crecer
➔ Ana Montero, directora técnica española de natación artística, explica las rutinas durante el parón de la selección en su lucha por ir a Tokio
➔ No se lo querían plantear, pero lo cierto es que el aplazamiento de los Juegos de Tokio ha quitado un peso en la planificación del equipo español de natación artística. Con plaza olímpica en el dúo y sin piscinas para entrenar, la demora del Preolímpico previsto entre finales de abril e inicios de mayo planteaba un calendario muy comprimido. Tras la caída tanto de la cita olímpica como del Europeo, España ha ganado algo de tranquilidad.
La imaginación tomó el poder, tal como relata la directora técnica del equipo Ana Montero. La sincronización, tan necesaria en este deporte, dio un paso más con el uso de las videollamadas para intentar mantener la conexión de ejercicios y sensaciones a distancia. Y, sobre todo, el equipo “vive” junto, aunque a distancia: se levanta a la misma hora, come a las mismas horas y ensaya en seco los ejercicios a la vez. Es decir, las rutinas habituales y los horarios habituales aunque cada miembro en su casa. Eso sí, por supuesto, esa sincronización en seco y a distancia no basta para mantener el ‘feeling’. “Uno de los grandes problemas de los deportes acuáticos es que la piscina no está y esas sensaciones son imposibles de alcanzar”, explica Montero.
El viernes 13 de marzo, la selección tuvo que salir del CAR de Sant Cugat y con ello dejar de lado la fase de pulido de los ejercicios con los que iba a realizar el asalto al Preolímpico. Aunque ese objetivo ya hace días que quedó atrás. “Si podemos mantener la forma, se trata de intentar ser lo más creativos posibles para perder lo menos posible de lo trabajado hasta ahora”, dice
Montero. Sin planificación ni calendario definidos, el equipo se centra en mantener las rutinas de higiene, descanso y alimentación y en no desconectarse de los ejercicios que estaba preparando antes del inicio de la crisis.
Correcciones por vídeo
El equipo técnico, del que Ana forma parte, también tiene un trabajo atípico estos días. Con la seleccionadora nacional Mayu Fujiki al frente, parte de los vídeos para intentar realizar correcciones en los pases en seco de las nadadoras. Todas ellas saben que, a pesar de la situación atípica, en estos meses de ingenio también está en juego un premio muy jugoso: la posibilidad de acudir a los Juegos de Tokio. El equipo español se quedó fuera de los Juegos de Río, pero será uno de los favoritos en el Preolímpico para obtener plaza para Japón, ya que casi todos los grandes ya están clasificados para los Juegos. Solo ocho nadadoras podrán estar en cada una de las rutinas y, además, el parón de Ona Carbonell puede abrir la puerta al dúo, en el que Sara Saldaña y Paula Ramírez han llevado el timón en los últimos meses, aunque nadie tiene fija la plaza. “El parón lo vivimos con mucho respeto. Ona ha dado mucho a nuestro deporte y lo sigue dando. Luego, trabajan muchas deportistas y hasta muy hacia el final no se va a decidir quién va a representarnos”, avisa Montero.
En este ciclo olímpico, España ha renovado el equipo, que sigue creciendo incluso en tiempos difíciles. “Hemos ganado en un estilo de vida deportivo y en profesionalidad. Las chicas han mejorado en técnica, en habilidad. Cada vez crean rutinas un poquito mejores y esto es por lo que suma el día a día”, destaca Ana. España ha recuperado la ilusión para afrontar una larga pelea para volver a lo más alto. Y sabe que las videollamadas actuales y la sincronización de rutinas a distancia pueden ser la clave para regresar a la piscina con más experiencia y confianza de cara al desafío olímpico ●