Alexia y las cosas de las hormigas

Las entrevistas a las futbolistas todavía no se parecen a las que hacen a sus compañeros

El jueves pasado Alexia Putellas asistió al programa a ‘El Hormiguero’ donde fue entrevistada por Pablo Motos. Han tenido que pasar muchos años y muchas invitadas para que el presentador normalice una conversación con una deportista mujer sin meter la pata. Quedan atrás unos planteamientos sexistas donde tuneaban un coche de carreras con un colgador para poner el bolso porque su piloto era una mujer. La ola de feminismo ha evitado que Motos no haga preguntas sobre su vida sentimental, el deseo de tener hijos o su cuerpo.

Pero todavía hoy las entrevistas a las mujeres futbolistas no siguen los mismos patrones que las entrevistas a los hombres futbolistas. Si comparamos la conversación que mantuvo Pablo Motos con Alexia Putellas con entrevistas anteriores que el presentador ha hecho a algunas estrellas del fútbol masculino, resulta obvio una diferencia en el enfoque. La conversación con Alexia Putellas tuvo que ver con su descubrimiento del fútbol, el deseo de jugarlo, el progreso y el cumplimiento de un sueño imposible. También le preguntó por la manera como se podía enganchar a la gente al fútbol femenino. Le preguntó por alguna lesión y sobre la alegría de ganar la Champions.

En cambio, las entrevistas a los jugadores hombres tienen que ver con las dinámicas internas del equipo en el vestuario, la posición del jugador en el campo y las estrategias de juego. Incluso se plantean situaciones concretas de un determinado partido. Se suele insistir sobre todo en un anecdotario del jugador con relación a sus compañeros: vivencias divertidas, maneras de ser, complicidades y recuerdos compartidos. A los hombres se les pregunta más por la presión de determinados partidos, por sus objetivos deportivos y la gestión de su carrera y su futuro.

Alexia Putellas se enfrenta a entrevistas donde le toca ejercer de embajadora del fútbol femenino. Habla de su profesión no solo desde una perspectiva de género, sino del fútbol como algo genérico. En cambio, tanto en El Hormiguero como en múltiples espacios de entrevistas, las entrevistas a los jugadores hombres conectan con la épica del juego, la camaradería y el talento. La auténtica normalidad mediática del fútbol femenino llegará cuando ellas puedan hablar de fútbol, no desde su condición de mujeres, sino desde su prestigio como futbolistas, igual que lo hacen ellos ●