El sesgo en los rescates ‘in extremis’

El programa de Pedrerol se regodeó con las imágenes de Anita Álvarez ahogándose

No hay nada que le guste más a Pedrerol que abrir su programa con las dos palabras mágicas: “Tremendo susto”. En esta ocasión, el tremendo susto fue en el mundial de natación con el rescate in extremis de Andrea Fuentes a su nadadora Anita Alvarez. Por supuesto, el valor de salvar una vida merece una prioridad informativa. Pero convertir una situación al límite de la tragedia en un espectáculo acuático para decorar el set del programa y recrearse visualmente en ella es amarillismo.

En Jugones utilizaron la imagen de Anita Álvarez desvanecida hasta 35 veces. Incluso en una ocasión desplazaron su cuerpo por la pantalla que Pedrerol tiene a sus espaldas como si flotara alrededor del presentador, añadiendo el rótulo de ‘SE HUNDE’ en mayúsculas para que entendiéramos lo sucedido. Jugones empezó con la imagen de la nadadora inconsciente en el fondo azul acompañando a Pedrerol. La noticia utilizaba posteriormente varias de las imágenes de Álvarez ahogándose: “Este es el momento exacto en el que Anita Álvarez pierde el conocimiento”. Otra foto la ilustraban con el rótulo ‘SIN CONOCIMIENTO’, otra foto con ‘DESVANECIMIENTO’, otra con ‘RESCATE’.

Una galería de imágenes que se repetían hasta la saciedad. 35 ocasiones a lo largo del programa y amenizado con música de terror e incluso con unos coros épicos para enfatizar la épica del rescate de su entrenadora.

Es obvio que las imágenes bajo el agua del instante del desmayo y la llegada de Andrea Fuentes buceando para rescatarla tienen, no solo el componente heroico, sino una poética visual innegable. La sencillez de la imagen, la inmensidad del fondo azul intenso, la facilidad con la que se comprende la situación sin necesidad de palabras, otorgan a la escena una potencia mediática indudable. Pero abusar de las fotos es obsceno.

¿Por qué existe un evidente pudor mediático a la hora de mostrar a un futbolista con un infarto sobre el césped mientras es reanimado, pero, en cambio, las teles se recrean visualmente con una nadadora a pocos segundos de morir ahogada? ¿Cuál es la diferencia? ¿Por qué prevalece la privacidad e integridad del jugador y, en cambio, el criterio se olvida cuando afecta a una nadadora sincronizada? El sesgo injustificado es evidente. Y además, una cosa es la noticia y la información, y la otra, el regodeo en la tragedia ●