La cuestión económica

El expresidente del Bayern Uli Hoeness realizó unas lamentables declaraciones en las que se metió con la economía del club blaugrana. No es el mejor personaje para dar lecciones de nada tras pasar por la cárcel al declararle culpable de evadir impuestos por 28,5 millones de euros. Está bien querer defender a su jugador, Lewandowski, aunque es el propio futbolista el que ha dicho muy claramente que se quiere marchar. Debería estar más preocupado en cuidar a sus leyendas para que no tengan ganas de irse que en meterse con otros clubs, en unas manifestaciones intolerables.

TAMBIÉN ES CIERTO QUE TODO

el mundo se atreve con la economía blaugrana, sin que nadie sea capaz de bajar al terreno de la realidad los verdaderos números. La comunicación continua sobre la mala economía del club, desde la propia institución, no ha perjudicado solo al anterior presidente, uno de los objetivos, sino que ha sangrado la imagen del club. Las pérdidas de 481 millones de euros son fruto también de la depreciación de la plantilla y de provisiones. Repetir machaconamente afecta a los mercados y a la imagen. Todos se apuntan a potenciar la depresión para que nadie se acuerde de que este mismo club llegó a generar mil millones de ingresos antes de la pandemia y fue declarado el más valioso por Forbes.

SE ENTIENDE QUE CUALQUIER

nueva gestión cargue lo máximo a la herencia pero hay que ser consciente que eso también afecta a la imagen de la institución y a los mercados. No parece una buena idea obviar sistemáticamente el efecto de la pandemia en las cuentas y minimizarlo cuando era una buena apuesta para sanear una parte de las pérdidas. Pero las luchas cainitas en el Barça siguen en su máxima expresión sin cerrar heridas. De eso se aprovecha gente como el expresidente del Bayern de Múnich, que no tiene ni idea de los números blaugrana y no sabe que la marca Barça es muy potente y superará los malos momentos con nuevas palancas e ingresos ●