Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)
La llama de Roger sigue viva
➔ Se despidió dejando un legado único que se inmortalizará
➔ Roger Federer disputó ayer su último partido oficial, aunque ya anunció que se dejará ver en alguna exhibición. Lo que permita la maltrecha rodilla derecha, que ni con tres intervenciones quirúrgicas se avino a dar una nueva oportunidad al suizo, a sus 41 años. Quedará como postrero individual su derrota en Wimbledon 2021 ante el polaco Hubert Hurkacz, el día en que RF empezó a comprender que la articulación no daría para más. Peleó, esta vez sin éxito, aunque su llama seguirá viva, deja un legado único en el tenis, que se inmortalizará.
Federer sufrió los nervios del adiós, la emoción del momento y la satisfacción de irse con la elegancia inherente a su estilo. Además, al lado de Rafa Nadal, con quien cimentó uno de los clásicos del deporte. Su final en Wimbledon 2008 es el partido.
Era el personaje del día en el O2 de Londres, la ciudad de su jardín y donde durante años se disputaron las ATP Finals. Todos los focos se dirigieron al escenario, en el que se coló un activista que prendió fuego en la superficie negra de la pista para lucir su brazo en llamas. Protestó contra los vuelos privados. Sucedió en la jornada diurna, mientras competían el griego Stefanos Tsitsipas y el argentino Diego Schwartzman. El hombre pilló en falso a los agentes de seguridad, que tardaron unos instantes en reducirlo.
Casi un guiño a esos muchos espontáneos que han jaleado la historia de Wimbledon, donde Federer reinó ocho veces. Después de su Basilea natal, la capital inglesa es su segunda casa. Disfrutará todo el fin de semana de un evento que parió él mismo, a través de su empresa Team 8, que dirige la organización de un torneo que adquirió la etiqueta de oficial ATP. Los resultados de esta Ryder Cup del tenis cuentan oficialmente en la cuenta de sus participantes.
Otro triunfo de Federer, que tiene en su fundación la joya de su corona, con la ayuda y aplauso de sus padres Lynette y Robert.
“Estoy nervioso”, confesaba Roger a Rafa Nadal en el traslado en coche al pabellón para hacer su último entrenamiento. “Yo, unos quince o veinte minutos. Rafa seguirá”, se reía el helvético de sus propias limitaciones. “Estoy muy relajado”, aseguraba en el Instagram Live el balear. “No es la mejor preparación para este partido, pero intentaremos dar lo mejor. Como siempre hemos hecho”, explicaba el español. En su recorrido ya por el pasillo hacia la cancha de entrenamiento, Federer se encontró con “La Familia”. Así lo dijo en castellano el helvético al ver a familiares de Rafa. Saludó a su padre Sebastià, a su hermana Maribel. También estaba Carlos Moyà. Sonrisas y buenas palabras para todos. Un adiós a lo Roger Federer.
Quien lo quiso ver en directo se gastó entre 40 y 510 euros, si compró las entradas antes de saber que era el día. A última hora en internet la reventa se movía entre los 25.000 y los 50.000 euros ●
El último acto con Nadal incluyó el viaje, el entrenamiento y el saludo a ‘La Familia’
Reventa a 50.000 euros la entrada y un activista quemándose un brazo en la pista