Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)
La liga de los esperpentos
La serie de Movistar+ apela a la nostalgia para recordarnos de dónde venimos
Uno de los éxitos documentales de este mes es, sin duda, ‘La liga de los hombres extraordinarios’, una serie de cinco episodios de poco más de media hora cada uno que profundiza en el fútbol de los años 90 a partir de las figuras de sus presidentes más emblemáticos. Gaspart, Caneda, Ruiz de Lopera, Lendoiro y Del Nido son las estrellas e intervienen para comentar esa época con más sosiego y con la perspectiva que da el paso del tiempo. Si pueden ver la serie acompañados de algún adolescente, la experiencia será más divertida y completa. Si les facilitan algo de contexto, el impacto que les producen las imágenes de archivo delata el esperpento que llegamos a normalizar. El primer capítulo es una introducción general a lo grotesco de la época y los protagonistas. La domótica del hogar de Lendoiro combinada con el interiorismo a base de alicatados e imágenes de santos es uno de los pasajes más hilarantes de la serie. El entorno y el encuadre elegido para entrevistar a los protagonistas se convierte en un elemento más para contribuir al retrato del personaje. Los presidentes quedan expuestos delante del objetivo, casi como si se les toreara, desprotegidos ante el espectador, ávido por escucharlos de nuevo. La cantidad ingente de imágenes de archivo de los 90 con el sello del entonces Canal+ y la ambientación a base de teléfonos de disco analógico y teles de tubo sirve para transportarnos a una época y subrayar el barroquismo emocional del momento. No es solo un retrato futbolístico. Es un retrato social. El machismo descarnado, la pasión ultra sin filtros y la corrupción económica conforman el corpus teórico de la serie. Y el último episodio muestra la evolución hacia la época actual, la florentinización del negocio, la mercantilización del espectáculo. Si bien a veces el relato cae en cierta reiteración de los recursos, ‘La liga de los hombres extraordinarios’ juega sabiamente con la nostalgia, infalible en televisión. Pero con el riesgo de parecer que cualquier tiempo pasado fue mejor. Es Sergi Mas quien lo resume a la perfección: “No es un deseo de que ese tiempo vuelva. Es un homenaje a aquello que vivimos”. Tal cual. Y una oportunidad de oro muy divertida para demostrar a los más jóvenes de donde venimos. Entenderlo explica mucho también de nuestro presente ●