Infantino, rey del mundo

El presidente de la FIFA se ha asegurado que la tele le muestre en el palco en los partidos

Parece bastante obvio que el presidente de la FIFA ha estipulado que le muestren en pantalla, sentado en el palco, al inicio de todos los partidos a los que asiste. Casi siempre, antes del minuto 5 de juego, vemos a Gianni Infantino de espectador privilegiado.

En el Países Bajos-Qatar, en el minuto cinco. En el Austria-Dinamarca, antes del minuto dos. En el Ghana-Uruguay, en el minuto cuatro. En el Camerún-Brasil, quince segundos después del primer minuto. En el Argentina-Australia, en el minuto cuatro. En el Países Bajos-EEUU en el cinco. Igual que en el Inglaterra-Senegal. En el Francia-Polonia, en el minuto dos. En el Japón-Croacia también. Y un largo etcétera. Y le seguiremos viendo en los próximos días.

Debe de formar parte de los protocolos de realización. El plano cenital del estadio, el público, la sala del VAR, la salida de los jugadores, el plano del césped con las dos inmensas banderas, las alineaciones, los himnos… Y una vez arranca el juego, entre el primer minuto y el quinto, es el turno de la imagen de Infantino en el palco. En solitario. Un plano para él, de cuerpo entero. Tranquilo, en su butaca, disfrutando del espectáculo. Un plano frontal, muy suavemente contrapicado, para otorgarle con sutileza la gloria que merece su cargo. Infantino se asegura su omnipresencia en un show global.

Esta estrategia televisiva va más allá del egocentrismo. Es también propaganda. Es un ridículo y descarado quid pro quo. Él se presenta como máximo proveedor del fútbol y, a cambio, el fútbol le enaltece en pantalla. Una forma de veneración, de ensalzar su cargo y su trascendencia. La FIFA determina los criterios de realización del Mundial y su presidente se asegura salir encumbrado. En las competiciones importantes y grandes finales, donde asisten las mayores autoridades de los países que tienen a sus equipos en disputa, siempre muestran a reyes, príncipes, presidentes y demás representantes políticos. Son figuras que añaden trascendencia al juego. En el Mundial, este plano de Infantino solo en el palco tiene un valor simbólico. Le señala como la figura que aúna todas las selecciones bajo su poderosa influencia. La imagen le convierte en el rey del mundo