Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)
Una buena etapa
Luis Enrique se va de la selección con un buen balance. Ha sido capaz de plantar la semilla del futuro en un entorno muy hostil desde el primer día. Desde la conquista del Mundial del 2010, la selección se ha ido enfrentando a una renovación que no había acabado de hacer, hasta que el técnico asturiano se puso al frente del combinado español. Luis Enrique empezó la revolución y ha dejado al equipo en una buena transición con jugadores con presente y mucho futuro. Ha sido valiente en la apuesta por los jóvenes. Eso es indiscutible.
EL FÚTBOL DE ESPAÑA EN LA NATIONS
League, la Eurocopa, las eliminatorias del Mundial y en los dos primeros encuentros de la Copa del mundo fue de gran nivel. En Qatar solo falló realmente ante Japón. El equipo siempre salió a dominar el encuentro, jugó más tiempo en campo contrario que en el propio, reaccionó bien en la presión, hecha y recibida, y se mantuvo siempre fiel a ese modelo. Siempre ha sido muy tozudo. España ha sido siempre identificable. Todo el mundo ha sabido a qué jugaba. Ha seguido todas las pautas de un entrenador moderno, pendiente desde la nutrición hasta la tecnología para aprovechar al máximo los datos para sacar partido.
EL SELECCIONADOR HA SIDO EL LÍDER.
Bastante único. De él, al equipo. Eso solo es bueno o es malo en función de si el marcador acompaña o no. Ha sido indiscutible cuando acompañó y muy discutido cuando no. Ningún futbolista ha salido trasquilado después del adiós de la Copa del Mundo. Ya se encargó el técnico de ponerles coraza y aprovechar el streaming para aislarlos y para tratar de acercarse a la gente. Lo consiguió hasta el partido de Japón. Después se avinagró. Le han hecho la vida imposible. Y se ha ido. Ha hecho bien. Ha dejado un buen legado y ahora, a final de temporada seguramente, se pondrá al frente de un equipo. Ahora la prensa de Madrid que lo ha destrozado se pondrá al frente del apoyo. Ya ●