Dos buenos ejemplos

Unos llegan y otros se van. Así es el fútbol. Raúl García anunció ayer su decisión de colgar las botas al término de la presente temporada. El navarro es un hombre que cumple con las tradiciones. Primero se lo comunicó a sus compañeros y cuerpo técnico en el vestuario de Lezama. Como debe ser.

El delantero deja un gran poso en el Athletic. Siempre cumpliendo con profesionalidad a las exigencias de alta competición. Desde el primer día se ganó el favor de la afición con su trabajo y actitud -algo que históricamente siempre ha sido muy del gusto de la grada de San Mamés-, juego, saber estar en el área y sobre todo goles. Se va un futbolista que ha encajado perfectamente en la forma de ser del Athletic, alguien que ha trabajado y sobre todo ha rendido a un gran nivel sin estridencias, sin una palabra más alta que otra, como ha sido el club rojiblanco a lo largo de la historia. Un jugador que ha cumplido con el lema ‘a lo bajini’ que tan de moda se ha puesto de moda esta temporada que pasará a la historia por la Copa.

Marcelino es otra de las personas que realizó una gran labor en Bilbao. El asturiano se emocionó el domingo en la sala de prensa de San Mamés cuando habló de sus exjugadores y lo que significa para ellos ganar este título después de lo que sufrieron tras perder las dos finales contra Real Sociedad y Barça de 2021. Fueron palabras sentidas. Al hoy entrenador del Villarreal se le nota que siente el Athletic. Solo cabe esperar que le vaya lo mejor posible en su carrera profesional ●