El lenguaje del nuevo fútbol

Lo vivido el pasado domingo en San Mamés da para escribir un libro. La fiesta del Athletic tras la conquista de la Copa 40 años después quedó relegada a un segundo plano informativo por mor del árbitro de turno. Increíble.

Otro partido más en el que quedó claro que no hay quién entienda las ‘nuevas reglas’ del deporte más popular del mundo. Los padres de expresiones del estilo “manera temeraria”, “posición antinatural”, “fuerza desmedida” y “ataque prometedor”, entre otras, no han jugado al fútbol en su vida. El VAR y toda su parafernalia venían, decían, para impartir injusticia y lo que sucede jornada tras jornada es que el criterio en la hora de decidir en acciones iguales o similares varía en función del juez de turno.

Tiene que quedar claro que el arbitraje del domingo en San Mamés fue malo en líneas generales. Malo para el Athletic y también para el Villarreal. Malo, en definitiva, para el fútbol.

Se trata, en cualquier caso, de incidir en el todo y no de cargar toda la responsabilidad contra el colegiado de turno. Todos somos humanos y todos cometemos errores. Yo, sin ir más lejos, decía en mi crónica que Valverde había apostado ante el equipo de Marcelino por diez de los titulares de la final de Copa más Vesga y no era cierto. El titular en Sevilla fue Agirrezabala y no Unai Simón. Mea culpa.

Aquí no se trata, por tanto, de incidir en un aspecto individual, sino de poner el énfasis en el colectivo. El VAR tal y como está organizado es un coladero por mucho que el CTA trate de justificar lo injustificable ●