¡Hay que acabar bien!

Cada cosa a su tiempo. Igual que era hace unos días el momento de celebrar sin medida tras décadas de espera, ahora toca ponerse de nuevo el buzo y cumplir. Hoy, imprescindible la victoria

Un equipo virtualmente descendido visita esta noche la Catedral. La diferencia de calidad entre ambos es tan abismal como la de objetivos al iniciarse la temporada. Es fundamental cosechar los tres puntos. Leganés o Elche en su día dejaron bien claro lo que no hay que hacer contra estos equipos. Sabemos por experiencia que la relajación ante ellos se suele pagar.

Europa está asegurada merced al título de Copa, cierto. Pero nadie entendería que el equipo se deje ir las jornadas que restan. Quedan posibilidades de pelear la cuarta plaza con lo que conlleva a nivel de clasificación para una competición más prestigiosa en lo deportivo y muy rentable en lo económico de nombre Champions League. Si los rivales por ella no hacen los deberes, debemos estar preparados y exigirles cumpliendo con nuestra parte peleándosela hasta el final. El calendario que resta es óptimo para sumar bastantes puntos. El único partido hueso será el enfrentamiento directo con los colchoneros en su estadio. Una prueba de madurez similar a la de la eliminatoria copera donde demostraremos si nos queda ambición y ganas de lucha. Pero antes, GRA-NA-DA.

Esta semana ha hecho pública* su decisión de dejar el fútbol Raúl García. Quien fuese en su momento principal objetivo de las iras de la afición zurigorri pasó a ser eso mismo para rivales e ídolo para nosotros a base de profesionalidad, entrega y rendimiento.

¿Qué fue de quienes nunca celebrarían un gol suyo? Nos ganó rápidamente.

Nadie esperaba a su llegada un periplo tan prolongado por estos pagos. Era lógico esperar un jugador ya de vuelta al que quedaba motor para escasas batallas. Sin embargo, su fichaje pronto se comprobó un enorme acierto. En la plenitud de sus primeras temporadas formó una pareja letal con Aritz Aduriz. ¡Qué lujo!

Estas últimas, sobre todo las dos más recientes, por edad y kilómetros acumulados su incidencia en el césped ha ido decreciendo. Sin embargo, la impresión que llega es que su labor de apoyo a los jóvenes, su profesionalidad y entrega a una profesión que ama, se han mantenido hasta el último día. Por cierto, ese último día no ha llegado con su anuncio. Es seguro que seguirá siendo el primero en llegar a entrenar un par de meses más.

Por si fuera poco, adornan su palmarés zurigorri una Supercopa y una Copa que pasará a la historia. Casi nada. Con el tiempo le daremos la auténtica importancia que ha tenido.

Quienes le conocen dan fe de que su imagen fuera del verde es radicalmente distinta a la que ha dado durante sus más de 800 partidos como profesional. Dice adiós una persona extremadamente educada y correcta en el trato en la calle y que atesora valores que no debieran perderse, valores a transmitir a futuras generaciones del club. Pocos como él o el propio Óscar de Marcos cuando le llegue el momento pueden ser mejor ejemplo educativo para esos chavales que desde los diez años queremos formar para el fútbol y para la vida. Ojalá no sea un adiós sino un hasta luego.

¡Eskerrik Asko, Raúl ! Uno de los nuestros.

Si nada se tuerce, aquí en siete días ●

FOTO: JUAN ECHEVERRÍA Último partido El Athletic se dejó dos puntos el pasado domingo con el empate frente al Villarreal en San Mamés