Homenaje a una generación
El Oiartzun quiso recordar el domingo a Ana Ruiz, primera portera guipuzcoana que llegó a ser internacional
Nunca es tarde si la dicha es buena debieron pensar en el Oiartzun, que el pasado domingo homenajeó a Ana Ruiz, exportera internacional del club guipuzcoano que falleció hace 22 años en un accidente de tráfico. Fue un acto “sencillo como nos gustaba a nosotros y como le hubiera gustado a Ana” afirma su hermano Ander Ruiz, que ahora desempeña la función de entrenador de las porteras oiartzuarras y que tuvo el honor de recoger la camiseta con la que se homenajeó a su hermana.
Ana no era una portera más sino que fue la primera guardameta guipuzcoana que logró llegar a la selección. El técnico del combinado nacional, Teodoro Nieto, tenía en Ana a su meta de confianza, que por aquel entonces vestía la camiseta del Oiartzun.
El equipo guipuzcoano llegó a tener hace 30 años hasta tres internacionales. El cuadro que dirigía Artola tuvo en Ana Ruiz a una jugadora precoz -su primera convocatoria llegó con 17 años- pero pronto se sumaron a la lista María Ángeles Gil y Eli Artola, lo que confirma el potencial que tenía la plantilla del Oiartzun.
Fueron parte de un grupo de futbolistas que lucharon por el fútbol femenino cuando la sociedad les tenía apartadas. “Era un homenaje a toda una generación de chicas que hace 30 años empezaron a jugar en el Oiartzun, el Añorga... y que gracias a ellas el fútbol femenino tiene la repercusión que tiene hoy en día”, asegura Ander Ruiz quien tenía en su hermana, seis años mayor que él, “un espejo” en el que mirarse, lo que le llevó también a enamorarse de los guantes.
Vuelta al conjunto oiartzuarra
Años después, y para rendir tributo a su hermana, Ander ha vuelto al Oiartzun donde lleva tres años ayudando a las porteras del club a mejorar su rendimiento. “Me fui a Las Rozas para sacarme el título de especialista en entrenamiento de portero y a partir de ahí contacté con el Oiartzun porque tenía la ilusión de entrenar a las porteras del club”, donde su hermana había brillado con luz propia años atrás. Tres años después y tras conseguir el ascenso de categoría, Ander disfruta del momento y de la oportunidad que supone volver al conjunto oiartzuarra. “Es un regalo porque se juntan el reto deportivo y el tema sentimiental y emocional, ya que me hace especial ilusión que sea en Oiartzun y con las chicas”, afirma un Ander que quiere enfatizar que el homenaje que ofreció el club que dirige Koldo Fernández el pasado domingo no fue únicamente para su hermana, sino que “es importante hacerlo extensible a toda la generación de chicas que sin su esfuerzo no tendríamos el fútbol femenino tal y como lo conocemos”. Como afirma Ander “el Oiartzun es un club no muy grande en lo económico pero sí en el trato”, tal y como se pudo comprobar el fin de semana pasado
El equipo oiartzuarra llegó a tener hace 30 años a tres jugadoras en la selección