La bandera de Piqué
Estamos sobreinterpretando a Piqué por encima de nuestras posibilidades
El revuelo mediático por culpa de las palabras de Piqué era más que previsible. Es evidente que el jugador lo hace con absoluto conocimiento de las consecuencias. El problema es que ahora, cualquier tontería que hace Piqué es analizada por los programas de deportes hasta un nivel conspiranoico. Al llegar a Japón, Piqué tuiteó una bandera del país al que acababan de poner los pies y que les daba una efusiva bienvenida. Pues bien, en Cuatro, esa banderita consideraban que era otra indirecta al Real Madrid. Les resultaba sospechosa aunque no se atrevieron a precisar a qué nivel. Informaban: “La respuesta de Piqué en Twitter es esta solitaria bandera de Japón que todo espectador perspicaz comprenderá que contiene en sí misma múltiples lecturas”. Y ampliaban el circulo rojo de la bandera. Las múltiples lecturas se las tenía que imaginar el espectador porque no osaron precisarlas. Además, nos ofrecían imágenes que intentaban transmitir al espectador una especie de mensaje oculto. Mostraban Piqué saliendo de un edificio y la cámara enfocaba un cono rojo que estaba colocado en un parking al lado de un autocar. Los Manolos, entusiasmados con ese revelador cono, añadían misterio al asunto como si fuera la primera vez que Gerard se acercaba a uno: “Delante de la salida del Barcelona con Gerard Piqué al frente. ¡Tiene miga y mala leche eh!” y Carreño añadía: “¿Quién lo habrá puesto ahí?”. Todo eran mensajes ocultos. Con la guasa que lleva Piqué pronto tendremos al jugador tuiteando emoticonos al azar: un día el flan, otro día el pollito saliendo del huevo, una noche puede tuitear la caracola, antes de un partido puede colgar el medio moniato, o elegir el emoticono de la berenjena, otro día la vasija romana… Y me imagino las cábalas informativas de los programas de deportes buscando el significado oculto del flan y del pollito, encontrando relaciones misteriosas entre la vasija y Sergio Ramos, o la voz en off sobreactuada de Deportes Cuatro relacionando el medio moniato con el resultado del Madrid. Entre uno y los otros, a los espectadores nos van a volver locos