DE TRAMITE, NADA
Luis Enrique advirtió del poder desconocido del Guangzhou y de un sabio con suerte como Scolari El once apunta a uno clásico, con Ter Stegen en la portería y Sandro como tercer punta en lugar de Neymar
Puede que en las semifinales de 2011 el Barça se topara con un equipo relativamente asequible, el Al-Sadd qatarí, del que no tuvo compasión y al que derrotó por 4-0, como al Santos de Neymar en la final. Nada que ver con el desenlace cardíaco de la final de Abu Dhabi en 2009 ante Estudiantes (2-1) después de superar al Atlante mexicano por 3-1. En Yokohama 2015 será la primera vez que los azulgrana parecen de verdad impresionados por un rival lanzado que no pierde un partido desde abril, desconocido y terriblemente peligroso por el perfil ganador de su técnico, Luiz Felipe Scolari.
El otro enemigo del Barça es el presupuesto del Guangzhou, que se ha permitido el lujazo de sumar a Robinho para su arsenal de cara a este gran acontecimiento mientras que el Barça no podrá fichar a Nolito en enero para no desestabilizar su presupuesto. Como River Plate le vio las orejas al lobo en la semifinal de ayer, el Barça ha subido la alerta a Defcon 2, en parte porque un misterio siempre provoca miedo y en parte porque el empate ante el Deportivo aún permanece fresco en la memoria de todos, especialmente en la de Luis Enrique.
Sin segunda oportunidad
Piqué se refirió a problemas nuevos, diferentes, los que plantearán los chino-brasileños a lo largo de un partido que él mismo se tomó como un reto. El problema pasa por el formato de una competición que no da segundas oportunidades ni margen a una rectificación si las cosas se ponen feas.
No debería ocurrir, el Barça posee el potencial suficiente para evitarlo y Luis Enrique puede optar por dos caras más o menos iguales de la misma moneda. Si alinea a Sandro se asegura que por su banda no se cree tanta magia a cambio de no sufrir en la presión e impedir, como ante el Depor, el allanamiento de morada sufrido en defensa al final del partido.
Por otro lado, la opción de recuperar a Sergi Roberto para la banda derecha promete una mayor enjundia ofensiva ante la que el Guangzhou puede echarse a temblar un poco. Ambas opciones, con los laterales clásicos, Jordi Alba y Dani Alves, son las que garantizan un rendimiento alto y pocas sorpresas desagradables.
Incluso con el miedo escénico que el propio Luis Enrique ha pregonado, destacando además lo bien que le salió al Deportivo descolgar a tres delanteros –“algo que no había visto nunca en el Camp Nou hacer a un rival”, dijo por si Scolari pica, que no picará–, Sandro sería la opción que más refleja
el grado de respeto real por el contrincante. Le quedaría la alternativa de Sergi Roberto para el centro del campo o para el un cambio arriba si fuera necesario. Queda por saber si, como es de suponer, esta competición por KO la jugará como hasta ahora las ha disputado todas Ter Stegen, que tiene la máxima confianza del técnico y que casi con toda seguridad estará bajo los palos. El Barça jugará de azul con su segundo uniforme.
Del que no hay que fiarse es de Scolari, que aleccionará a los suyos sobre cómo intimidar al Barcelona en el contacto y cómo jugar al límite del reglamento. Eso además de prepararle alguna emboscada táctica a Luis Enrique, más joven y acaso más ingenuo también en algún aspecto de la preparación de los partidos. Atentos a ‘Felipao’, que ya se llevó al América por delante